El Castellón puso en la tarde de ayer la guinda al pastel de su renovado proyecto presentando en el Casino Antiguo al mediapunta asturiano Rubén Suárez, un jugador de raza, casta y calidad en abundancia. A sus 35 años, el ex de Levante y Elche, entre otros, reconoció que aún le queda cuerda y que está dispuesto a tirar del carro como el resto de compañeros. Será el más veterano de vestuario de un renovado vestuario albinegro. La entidad que preside David Cruz le presentó en sociedad durante el acto en el que se dio a conocer la nueva campaña de abonos, con la que se pretende enganchar a nuevos adeptos a este ilusionante proyecto, al que, junto con Rubén, se han subido en las últimas semanas jugadores como el portero Álvaro Campos, el defensa central Javi Selva, el mediocentro catalán Miki Martínez.

"Vengo con la ilusión de un chaval de quince años", reconoció el flamante fichaje del Castellón, que llega quiere hacer algo grande esta temporada con el conjunto de la capital de la Plana. El asturiano dejó muchas perlas: "Este año será el último del equipo en Tercera División. No he venido por dinero, porque si fuera por eso hubiera aceptado otras ofertas más elevadas. Firmo porque este es un club histórico que merece estar dos o tres categorías más arriba".

"Vengo a un club histórico de una ciudad importante y que tiene a una grandísima afición. Lo sé porque me he jugado varias veces en Castalia cuando estaba en la Liga Adelante. Vengo para crecer con el Castellón", reconoció Rubén, quien justificó su fichaje diciendo que "hay un proyecto con ilusión, porque me gustaría hacer algo grande y además lo puedo hacer cerca de casa, que quería estar en algún sitio cerca de Valencia".

Rubén Suárez Estrada nació en Gijón un 19 de febrero de 1979. El Sporting fue su hogar futbolístico durante siete temporadas, llegando a jugar en el filial y el primer equipo, hasta que en verano de 2004 emprendió aventura en el Elche. Allí estuvo cuatro campañas y luego aterrizó en Valencia, para enrolarse en las filas de un Levante en el que se convirtió en un ídolo para la afición. Sus siguientes destinos fueron el Guizhou Renhe „China„, el Almería después, y la última campaña la pasó en el Skoda Xanthi, en Grecia.