El jugador del FC Barcelona Gerard Piqué volvió a ser ayer noticia por motivos extrafutbolísticos después de que su hermano, Marc Piqué, fuese multado por una infracción de tráfico por la Guardia Urbana de Barcelona y el futbolista, siempre según la versión del rotativo 'La Vanguardia', se enzarzase en un cruce dialéctico con varios improperios hacia los agentes que acabó con una acusación por 'falta de respeto a la autoridad' para el azulgrana.

El incidente, siempre según el rotativo catalán, tuvo lugar el domingo a las 2.30 horas de la madrugada frente a la salida de la discoteca Catwalk, uno de los locales de la zona de ocio del Port Olímpic de Barcelona, cuando apenas unas horas antes el futbolista había jugado con la selección española en Luxemburgo.

Al parecer el jugador acompañaba a su hermano Marc Piqué en su vehículo privado cuando la Guardia Urbana les sancionó por "llevar 15 minutos parado en el carril bus que hay en la calle Trias Fargas, entorpeciendo la circulación de los taxis que tienen parada en esa misma zona", según La Vanguardia asegura que figura en la diligencia policial. Fue entonces, tras bajarse del coche, cuando el futbolista se enzarzó en el choque dialéctico con los agentes en el que habría proferido frases como "me tenéis envidia porque soy famoso" o "me estáis multando porque vais a comisión, porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión". En la edición digital del periódico catalán ayer se hacía referencia a algunas amenazas por parte del futbolista: "Esta denuncia va a quedar en nada porque llamo a tu capo y me la quita. Voy a hablar con tus jefes y se te va a caer el pelo". De hecho Piqué se permitió la licencia de llamar "chulos" a los agentes: "sois unos chulos y os creéis los amos del mundo por llevar ese uniforme y multar a la gente. Esta multa la va a pagar tu padre. Sois una vergüenza, me da asco vuestro trabajo y la Guardia Urbana es una puta vergüenza". Esas son las frases que siempre según 'La Vanguardia' constan en el informe policial.

Al casino

Los agentes le dieron el boletín de la sanción aplicada al hermano del futbolista quien al parecer la agarró, hizo una pelota con ella y se la lanzó a los policías antes de entrar junto a unos amigos en el Casino de Barcelona, a escasos metros donde se produjo el incidente y donde al parecer es frecuente ver al futbolista catalán.

Gerard Piqué está acusado de una falta de respeto y desobediencia leve a la autoridad y, aunque no se trata de un delito grave, deberá defenderse en un próximo juicio de faltas como consecuencia del incidente.