El Athletic Club se ha impuesto al BATE Borisov en San Mamés, por 2-0, y ha cumplido con los dos objetivos que se había marcado antes del partido que ha supuesto su despedida de una Liga de Campeones que alcanzó de manera brillante pero en la que ha pagado su mal arranque en la Fase de Grupos.

Al equipo de Ernesto Valverde le ha costado plasmar su tremenda superioridad sobre el equipo más goleado de la liguilla, pero Mikel San José, tras el descanso, volvió a aparecer para abrir el marcador a balón parado y Markel Susaeta, en los minutos finales, hizo que por primera vez su equipo marque dos goles en un partidos de la Fase de Grupos de la mejor competición continental.

Con su triunfo, el Athletic ha logrado el doble objetivo que perseguía desde que supo, hace ya dos jornadas, que quedaba eliminado de la Champions, el de clasificarse tercero para caer a la Liga Europa y, además, asegurarse la vuelta en casa en dieciseisavos de final de esa segunda competición continental en el sorteo del lunes en la sede de la UEFA en Nyon (Suiza).

A pesar de su nefasto inicio de liguilla, con un solo punto en cuatro partidos, el conjunto vasco la ha terminado dignamente, como en su día le pidió su capitán, Carlos Gurpegui, y ha terminado con dos victorias su paso por la Liga de Campeones.

Un disparo en la frontal de Rico que dio en un defensa avanzó a los tres minutos como iba a desarrollarse una primera mitad de abrumador dominio rojiblanco, sin bien sin grandes ocasiones sobre la meta de Soroko.

Aunque sí muchas llegadas y disparos desde el borde del área, casi siempre del propio Rico, Ibai o Guillermo. El juego local llegaba sobre todo por la banda derecha, de unos Iraola y Susaeta cerca de la línea que se espera de ellos.

El BATE, como ya anunciara su Aleksandr Yermakovich en la previa, no apostó por el ataque a pesar de que necesitaba la victoria para seguir en competición europea y se limitó a esperar algún error bilbaíno en sus tímidas contras para intentar acercarse a Iraizoz. Algo que amagó en tres o cuatro jornadas que fueron a más.

El Athletic, que fue encerrando cada vez más y más a su rival a medida que llegaba el descanso, tuvo sus mejores momentos poco antes de los veinte minutos, cuando Ibai disparó alto tras recibir de Guillermo después de una espléndida jugada de Susaeta; y un minuto más tarde, a Rico se le iba ligeramente alto otro buen disparo desde la frontal.

Una acción de Guillermo dentro del área, que no completó por poco, otra acción individual que De Marcos terminó con un fuerte disparo al primer palo y un cabezazo mal conectado de Guillermo a un muy centro de Iraola incidieron en la dinámica de un encuentro que llegó igualado a su mitad por la falta de pegada y cierta finura de los jugadores rojiblancos.

Contundencia y tino que sí demostraron nada más volver de vestuarios, cuando los de Valverde decantaron el partido a su favor y a punto estuvieron de cerrarlo definitivamente.

Primero, Guillermo estuvo muy dubitativo en un contragolpe en el que llegó solo ante Soroko, hasta el punto de que llegó un defensa a tapar su disparo cuando parecía imposible.

A saque de ese córner San José

A saque de ese córner San José marcó su segundo tanto consecutivo en Champions, también a saque de córner y también con el bien. Aunque esta vez rematando un centro abierto y por abajo al primer palo de Susaeta.

Un remate cabeza de Ibai, a otro centro de Susaeta, ahondó en la furibunda salida local en la segunda mitad. Un intenso arranque al que puso fin un rápido y duro disparo desde dentro del área que se estrelló en el palo derecho de la meta visitante.

A partir de ahí, el choque decayó, siempre con el Athletic dominando pero ya con el BATE más decidido a asomarse cerca de Iraizoz. Su acercamiento más peligroso fue una colada por banda izquierda de Maskim Volodko por la izquierda hasta la línea de fondo, que terminó con un centro-chut muy cruzado.

Entre disparos y disparos de Ibai buscando y cambios tras cambio para refrescar a ambos equipos fue llegando al final. Antes, no obstante, Susaeta puso el 2-0 rematando solo llegando desde la derecha, a pase del recién incorporado Viguera.

Ese desenlace casi dejó satisfechos a todos. Al BATE porque evitó la previsible goleada y al Athletic porque logró el doble objetivo de caer a la Liga Europa y de asegurarse la vuelta en casa en los dieciseisavos de final de esa segunda competición europea.