Nueva jornada de Liga. La última antes de que las nuevas medidas antiviolencia entren en vigor. Sin embargo, habrá estadios en los que cada detalle, cada movimiento, cada cántico será estudiado con lupa. Ese es el caso del Vicente Calderón, en el que mañana juegan Atlético de Madrid y Villarreal.

Un total de 740 efectivos, entre policías, vigilantes de seguridad y servicios de emergencia velarán por la seguridad del encuentro entre colchoneros y ´groguets´, que sí ha sido declarado de alto riesgo por la Comisión Antioviolencia, al contrario de lo que sucedió el que se disputó hace dos semanas entre Atleti y Depor y en el que falleció un aficionada coruñés.

Mientras tanto, el Atlético ya ha anunciado que no permitirá el acceso al Calderón a personas que porten «pancartas o banderas representativas del Frente Atlético» o cualquier elemento de carácter «político, racista o xenófobo», o que incite a la violencia. El Atlético, además, informó a sus aficionados para que acudan con «suficiente antelación» al estadio debido a que se van a reforzar los controles de seguridad en los tornos de entrada. También recordó que los asistentes a la Grada Joven deben presentar su DNI como titulares del abono, que es intransferible.

Por otro lado, El País filtró el mail que el Deportivo envió a la Policía Nacional advirtiendo de del desplazamientos de medio centenar de aficionados de los Riazor Blues a Madrid. «Hablado con el jefe de seguridad del Depor me dice que parece ser que viajarán unos 50 integrantes de Riazor Blues. No podemos facilitar compañía (e autobuses que los lleva ya que suelen contratar empresas ajenas a la ciudad de A Coruña, incluso de provincias limítrofes por la dificultad que tienen en lograr quien los traslade. Por el horario del partido lo normal es que viajen en la mañana del mismo domingo. Esta Peña tiene muy buena sintonía con los Bukaneros del Rayo», se lee en el último párrafo del correo electrónico.