¿Cómo se encuentra personalmente?

La verdad es que me encuentro bien, aunque un poco dolido porque llevo nueve años de esfuerzo. Entré como presidente cuando no había nadie ni nada, con el equipo en Segunda División, hemos conseguido el ascenso a Primera, estamos en Primera, con unas instalaciones magníficas y parece que la gente se ha olvidado de todo y tiene la memoria corta. Afortunadamente no es toda, mucha gente también me ha mostrado su apoyo y estoy con ganas de seguir y trabajar en el día a día para buscar soluciones para el Elche.

¿Está viviendo sus peores días como presidente del Elche?

Aquí hemos vivido momentos muy difíciles, en épocas en las que no había apenas viabilidad y ahora, cuando hemos alcanzado la cima, estamos donde queríamos, volvemos a tener un momento difícil. La verdad es que me hubiera gustado tener más respaldo de la afición, pero la gente es libre y siempre hay quien me defiende.

¿Cómo vivió los gritos de la afición pidiéndole que se marche?

No es agradable y a nadie le gusta que le digan esas cosas. Fue un momento en el que la gente estaba cabreada por los resultados deportivos y expresan su malestar. Si la marcha deportiva hubiera sido otra, eso no se hubiera producido.

¿Le ha pedido su familia o se ha planteado marcharse?

Mi familia no me lo ha pedido porque respetan lo que hago. Sería un buen regalo de Navidad para ellos que dejase el Elche, pero, por desgracia para ellos, no va a ser así.

Después de todos los contratiempos, ¿por qué confía ciegamente en el préstamo como vía de salvación para la entidad?

Lo que necesitamos es convertir las deudas que tenemos a corto plazo en a largo plazo. Una operación de esta envergadura, a 15 años, nos dará estabilidad y nos descargará de todos los problemas que estamos teniendo en la actualidad.

¿Considera que el préstamo es la única vía para la salvación del Elche?

Hay varias vías. El crédito es la solución más importante. Es una medida que ya se ha buscado en otras ocasiones. Se hizo un préstamo de 5,5 millones y una ampliación de capital. Afortunadamente siempre el Elche se ha salvado sin necesidad de recurrir al concurso de acreedores. Creo que es la mejor operación financiera posible y esperamos tenerla disponible en los próximos días para tener la tranquilidad económica necesaria.

¿Qué pasaría si no se puede concretar el préstamo o se retrasase todavía más y no se pudiera fichar en el mercado de invierno?

Lo que ocurriría lo tendríamos que ver, pero ahora no contemplamos esa posibilidad porque estamos en un momento en el que confiamos en que el crédito va a llegar. Por eso no pensamos en lo contrario.

¿Se arrepiente de algo?

Uno se arrepiente siempre de algunas cosas, pero como dije en la asamblea, quizás el problema fue no haber controlado más el presupuesto de la temporada pasada y el coste de la parcela deportiva. Al principio de temporada teníamos miedo y apostamos fuerte por configurar un equipo para conseguir la permanencia. Afortunadamente se consiguió, pero hubo que pagar una prima por la permanencia, algo que no va a ocurrir esta temporada, aunque hay jugadores que tienen primas individuales. Tenemos que reconocer el error y aprender a ser capaces de poder llevar el control económico que pide la Liga de Fútbol Profesional.

¿Cómo puede ganarse otra vez el afecto de la afición?

­Yo creo que tengo el afecto de la afición. Siempre hay algunas voces discrepantes, pero el malestar por un partido no refleja el sentimiento de toda la afición. Otras veces también ha habido críticas y hay que estar a las duras y a las maduras, en los momentos difíciles y bonitos. Si solucionamos el tema económico, llegan fichajes y el equipo va hacia arriba, seguro que la gente volverá a estar contenta.

Nueve años como presidente ¿son muchos o pocos?

Quizás es demasiado y deberíamos limitar los mandatos. Parece que han pasado muy rápido, pero durante este tiempo ha habido muchos problemas y siempre hemos buscado soluciones.