La situación económica del Elche pende de un hilo y cualquier noticia, cualquier sospecha, puede hacer tambalear la supervivencia del club franjiverde. Sobre todo, si hay una gran cantidad de dinero por en medio y si esta puede estar vinculada con el amaño y la compra de partidos.

Al parecer, una auditoría externa realizada por la empresa BDO habría descubierto un agujero de más de 1,5 millones de euros sin justificar que podrían estar relacionados con la compra de partidos. Esta misma auditoría sería la que llevó al juez de los social de la Liga de Fútbol Profesional a pedir la inhabilitación de José Sepulcre y de todo su séquito.

Además de la LFP, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana y la Brigada de Blanqueo de Capitales del Cuerpo Nacional de Policía también están revisando las cuentas del club ilicitano, puesto que el millón y medio no es el único montante sin justificar. Habría también ingresos a algunos jugadores de la plantilla de 40.000 euros para cada uno y que se habría asignado al partido ante el Barcelona de la pasada campaña.

No obstante, se baraja otra alternativa más allá de la compraventa de partidos. Porque la LFP ya investigó el Málaga-Elche de la pasada campaña y finalmente no denunció a nadie. Por lo que cabe la posibilidad de que el Elche haya falsificado cuentas, o haya incurrido en fraude a la administración o apropiación indebida. Pese a todo, el TAD ha decidido suspender de forma cautelar la inhabilitación a Sepulcre y su consejo. Lo que está claro es que ni en la propia entidad se fía de sus propia contabilidad. Porque en alguna ocasión han hablado de falta de rigor en sus propias finanzas.

Los jugadores, al margen

Mientras el humo negro vuelve a sobrevolar el Martínez Valero, la plantilla que dirige Fran Escribá intenta manterse alejada y centrarse en su evolución en la Liga. «Nos ha ido bien quedarnos al margen de estos temas y no voy a romper esta línea. De estas cosas se encarga la gente de arriba y hay que confiar en ellos», concluyó.