Para Paco Borja, Sepulcre «merece una salida digna». Es la prueba de que la plataforma que encabeza, de la que forman parte otros expresidentes, representa el recambio más continuista, a diferencia de lo que ofrece Juan Anguix: ruptura radical con el actual modelo y fiscalización del trabajo realizado en las últimas temporadas por los gestores del club, que han llevado a este a una «situación límite», en palabras del propio Borja.

Ayer fue la puesta en escena pública de su proyecto, y hoy mismo tienen intención de reunirse, «si él quiere, con el máximo mandatario franjiverde. «He hablado varias veces con él, pero aún creía en la opción del préstamo. Debe irse con dignidad, que siga es malo para él y para el club. Lo que está claro es que lo primero debe ser su dimisión», afirmó Borja, quien no quiso confirmar si emprenderá acciones legales contra Sepulcre, a pesar de mostrarse en completo desacuerdo con el modo de actuar de él y de su Consejo. «No tuvieron en cuenta la prudencia, la gestión y la transparencia debida para conservar totalmente el patrimonio del club y situar la deuda más allá de los límites razonables que necesita una gestión eficaz».

Borja cifró la deuda del Elche en unos 40 millones de euros, fruto principalmente de más de una década de desfase económico: de los últimos 12 años (nueve con Sepulcre de presidente), once han acabado con déficit y uno con superávit. «Lo primero es la dimisión de Sepulcre y después reunirnos con la LFP para pedirles que congelen la sanción de no poder ficha y cambiarla con una multa simbólica que pagaríamos en efectivo». Habló por tanto de una transformacion más de formas que de fondo, de «ir con los cheques en el bolsillo para pagar para que vean el cambio». Horas antes, Anguix había ido mucho más allá y ofrecía un compromiso por parte de los miembros de su Consejo de cubrir posibles deudas futuras con su patrimonio a partir del segundo año de gestión.

La intención del grupo liderado por Borja es contar con una auditoría externa el día 24, cuatro antes de la junta general extraordinaria; esta, en su opinión, ya debería estar tutelada por una junta gestora formada «por dos o tres expresidentes y dos funcionarios del club».

Borja apoyó su plan de viabilidad económica en que 12.100 accionistas pidan créditos que permitan saldar la deuda del club a tres años. Las condiciones de estos podrían variar si «uno o dos grupos empresariales» con los que negocia provocan «agradables sorpresas» a nivel económico, con inyección de unos cinco millones de euros para hacer frente a las deudas con las LFP. «Aficionados y empresarios debemos hacer un esfuerzo y estar a la altura de las circunstancias».

Acercamiento fallido con Anguix

Borja aludió al plan de viabilidad del exvicepresidente como «un parche». «Esos 14 millones que propone no dan para nada», comentó el empresario, quien reconoció que ambos se habían reunido para unir fuerzas. Salvemos al Elche medió y propusó que Anguix liderara el área deportiva en ese proyecto, tras su exitosa gestión en el año del ascenso, pero Borja rechazó esa opción. «Aquí henos puesto trabajo y dinero pero no hemos pedido nada antes de entrar», dijo.