La aparentemente inquebrantable confianza de José Pekerman en jugadores que le acompañan desde el comienzo de su era en la selección de Colombia en 2012 está negando la posibilidad de encontrar solución con otros que están pidiendo pista y tienen mejor presente futbolístico.

Falcao, quien vivió una cortísima experiencia de 1.495 minutos en veintinueve partidos jugados con Manchester United y solo marcó cuatro goles, es el ejemplo más claro de esas dudas debido a su bajo rendimiento. El domingo, en el debut de Colombia en la competición, apenas remató una vez a la puerta de Venezuela.

Sorprendido con «el bajo nivel de Falcao» se declaró públicamente el mediocentro Juan Arango tras el partido en Rancagua que Venezuela ganó por 0-1. Falcao, por su parte, no pierde las esperanzas y cree que las posibilidades llegarán en los partidos contra Brasil, mañana miércoles, y el día 21 contra Perú, aunque el problema de Colombia no se queda en él.

El extremo Juan Guillermo Cuadrado pasó de ser figura en el Fiorentina italiano a un discreto reserva en el Chelsea inglés; Camilo Zúñiga, después de una seguidilla de lesiones, perdió su puesto de titular en el Nápoles; Pablo Armero, visto como un consentido del técnico argentino, deambuló por el Milán, donde entre problemas físicos y partidos flojos sumó apenas 740 minutos. Todos ellos están catalogados como casi ´vacas sagradas´ dentro del combinado cafetero y sacarlos para dar entrada a los jóvenes es complicado.