Pocas horas antes de la despedida oficial de Casillas, sus padres habían hecho saltar todo por los aires con una entrevista demoledora en El Mundo. En ella, los progenitores del ya excapitán blanco desvelan todo lo que hasta ahora se sospechaba, como la existencia de una guerra abierta con Florentino desde hace años. Concretamente desde 2010 y a raíz de una denuncia que el futbolista puso contra el club tras romper con su agente de toda la vida, Ginés Carvajal.

Desde ese momento, según Mari Carmen y José Luis, el presidente blanco inició una campaña de acoso y derribo contra su hijo, usando a Mourinho y a sus periodistas y medios de comunicación afines para ponerle a la afición del Bernabéu en su contra. Los padres de Casillas cuentan interioridades de las negociaciones para ampliar su contrato, cómo a Florentino no le ha gustado nunca Iker porque es «bajito» o como creen que le manda al Oporto para evitar otro caso Morata y que triunfe. Hasta llegan a afirmar que preferirían que hubiese ido al Barcelona.

Pero la entrevista no solo deja en mal lugar a Florentino y sus formas, sino también al propio Casillas, de quien su madre llega a decir que espera que no se convierta en un «juguete roto».

El motivo es un conflicto entre el portero de la selección española y sus progenitores también en 2010, cuando Iker les apartó del control de una de sus sociedades a cambio de cinco millones de euros y varios inmuebles. El acuerdo, además, incluía un apartado por el cual Mari Carmen y José Luis tienen prohibido hablar mal de su hijo o de su entorno, algo que les ha impedido dar su opinión sobre, por ejemplo, su mujer Sara Carbonero o su agente Carlo Cutropía, dos personas a quienes no tienen especial estima. Una situación delicada, la de Iker y sus padres, que explotó ayer y que sorprendió a más de uno por inesperada.