Bélgica, una de las selecciones con más figuras de la Eurocopa, intentará confirmar el potencial de una generación que luchará por alcanzar los octavos de final en Francia 2016 en el 'grupo de la muerte', el E, en el que Italia, Suecia y, en menor medida Irlanda, intentarán sorprender a los Diablos Rojos.

Las expectativas belgas en el Mundial de Brasil se derribaron como un castillo de naipes con un fútbol predecible y con poco brillo.

El verano de 2014 acabó mal para un grupo que deslumbró meses antes y que fue eliminado por Argentina en los cuartos de final de aquella competición tras ganar son sufrimiento a selecciones débiles como Corea del Sur, Argelia o Estados Unidos.

Ahora tendrá otra oportunidad para enarbolar la bandera del buen fútbol con éxito en el grupo más complicado de la Eurocopa. Los hombres de Marc Wilmots tendrán la opción de redimirse con la presencia de futbolistas de primer nivel.

Thibaut Courtouis, que acaba de superar una lesión, es todo un seguro en la portería. Eden Hazard, Kevin De Bruyne y Marouane Fellaini asustan en ataque, mientras que la defensa es más que solvente con Toby Alderweireld, Jan Vertonghen, Vincent Kompany y Nicolas Lombaerts.

Todos se encontrarán con Italia, la gran candidata a volver a amargar a los belgas. Siempre hay que tener en cuenta al conjunto transalpino, aunque se encuentre en proceso de reestructuración tras el fracaso del Mundial de Brasil, en el que no pasó de la fase de grupos.

Italia, sin Pirlo

Aunque es la vigente subcampeona de la Eurocopa, ya no está el técnico Cesare Prandelli y dijo adiós Andrea Pirlo. Además, Antonio Conte no parece darle continuidad a la apuesta futbolística de Prandelli y todo es una incógnita en Italia.

Sin embargo, todavía cuenta con Gianluigi Buffon, Marco Verrati, Daniele De Rossi y una defensa rocosa con Bonucci, Barzagli y Chiellini. En la delantera no hay un referente y la dupla Pellé-Eder todavía no ha demostrado nada.

Hablar de Suecia es hablar de Zlatan Ibrahimovic. El delantero del París Saint Germain tendrá una oportunidad más de brillar con su selección después de no acudir al Mundial de Brasil tras ser eliminado en la repesca.

El técnico Erik Hamren tendrá que mezclar a dos generaciones, la de Ibrahimovic, de la que todavía se mantienen Kallstrom e Isaksson, y la de los jóvenes suecos que aprietan fuerte tras ganar el campeonato de Europa sub 21. Pero, a priori, todo el grupo dependerá prácticamente de la inspiración de Ibrahimovic, que podría jugar su última fase final de una gran competición de selecciones.

Mientras, Irlanda, escondida como la más débil del grupo, intentará, poco a poco, ir cumpliendo etapas sin hacer ruido en los tres partidos para llegar con opciones de alcanzar los octavos en la última jornada.

La herencia de Giovanni Trapatonni, que dejó el banquillo tras no clasificar a su equipo para el Mundial de Brasil, fue recogida por Martin O'Neill, que mantuvo el estilo del italiano, con un fútbol directo y físico, y consiguió alcanzar la Eurocopa de Francia para dar continuidad a la de Polonia y Ucrania.

Dirigirá a futbolistas como Aiden McGeady o Jonathan Walters, el héroe de la repesca, que serán el referente de un grupo que contará con la veteranía del portero Shay Given y de Robbie Keane, cuya participación no está asegurada. A sus 35 años, su presencia con Irlanda en la fase de clasificación fue intermitente.