Leo Messi sólo tardó unas horas en poner en marcha un nuevo entramado de fraude fiscal después de que la Agencia Tributaria descubriera que había diseñado una red para ocultar sus ingresos por derechos de imagen y evitar así 4,1 millones en impuestos. Es la información exclusiva de El Confidencial y La Sexta tras una investigación conjunta en el marco de un trabajo liderado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung. Así, el 13 de junio de 2013 el jugador y su padre, Jorge Horacio Messi, utilizaron un despacho uruguayo para constituir una sociedad panameña con la que habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de Hacienda y blanqueando dinero.

Ni la Agencia Tributaria ni la Justicia españolas habrían podido averiguar sin datos previos quién se oculta en realidad tras esa sociedad panameña: Messi y su padre. Así consta en un documento interno en el que ambos se comprometen a sufragar los costes en los que pudieran incurrir sus testaferros por cualquier proceso judicial, un trámite habitual en la constitución de mercantiles opacas. La carta lleva al final una cláusula de confidencialidad que condiciona su revelación a la existencia de un proceso judicial en Panamá, algo casi imposible en un país con una legislación laxa en materia de blanqueo. Igualmente aparecen en documentos más recientes.

Esta información trasciende justo antes de que Messi se siente en el banquillo junto a su padre defraudar a Hacienda 4 millones entre 2007 y 2009 con la ocultación en paraísos fiscales de Uruguay, Belice, Suiza y Reino Unido de los 10 que recibió por derechos de imagen de Adidas, Danone, Banco Sabadell, Konami, Air Europa, Telefónica o Pepsi, entre otras multinacionales.La estrategia judicial de Messi fue culpar a su padre del entramado, pero el juez lo ha procesado tras asumir la acusación de la Abogacía del Estado, que pide para el futbolista 22 meses y medio de cárcel por tres delitos fiscales además de una multa económica.