La principal víctima del terremoto desatado por su renuncia a la dirección deportiva del Sevilla, el lunes por la tarde, puede ser el propio Monchi. El conjunto hispalense aguantó el pulso, tras varias reuniones con el gran artífice de los mayores éxitos de su historia, y acabó por remitir a este a su contrato. La vinculación entre ambas partes acaba en 2020, con una cláusula de cinco millones, por lo que el gaditano tendrá que abonarla o quedar preso en el club en el que se crió como futbolista y ha realizado toda su carrera en los despachos.

A Monchi se le relacionó durante el día con distintos clubes. Fue el caso de Real Madrid, Manchester United, Everton e incluso Espanyol, que le habría elegido para liderar el ambicioso proyecto de su nuevo dueño: el chino Chen Yansheng. El conjunto perico desmintió la información poco antes de que el Sevilla hiciese oficial el comunicado que zanja, de momento, el asunto.

Los «motivos personales» aducidos por el gaditano para marcharse no convencieron a los dirigentes hispalenses, quienes han decidido «hacer valer» el contrato firmado. El Sevilla indicó que tras analizar la petición de su director deportivo, y aunque entiende y respeta sus «deseos», este «se mantendrá en su actual cargo». Según la nota, el consejo de administración ha valorado este martes la situación generada, que había convulsionado la actualidad futbolística sevillana, «y la decisión final ha sido comunicar a Monchi» su intención de mantenerlo en nómina.

El Sevilla recalcó que el gaditano, de 47 años y que lleva dieciséis en el puesto de director deportivo, «ha aceptado la decisión del club y le ha comunicado su compromiso de seguir trabajando con la misma dedicación y profesionalidad que siempre le ha caracterizado en beneficio de la entidad». El club expresó su «satisfacción con esta solución y su agradecimiento» al director deportivo, además de confiar «ciegamente en que seguirá desempeñando sus funciones con la intensidad, calidad y eficacia con la que siempre lo ha hecho».