El Barça regresaba a uno de sus santuarios como es Wembley, pero la fiesta se convirtió en cataclismo. Un Liverpool intenso y vertical aprovechó la falta de pegada de los azulgrana y deshizo a la contra al conjunto catalán. Ter Stegen fue titular tras la polémica con los porteros, pero cuando salió Bravo encajó dos goles casi seguidos. La intensidad azulgrana, nula, recordó a la de las peores crisis culés.Mané tras pase de Lallana, Mascherano en propia puerta, Origi y Grujic de cabeza hicieron los goles del Liverpool.