En su visita de este jueves al porgrama El Hormiguero, de Antena 3, el extremo del Betis y exvalencianista desveló a quién debe no haber dejado el fútbol cuando era juvenil y, en consecuencia, su extensa y exitosa carrera posterior. Joaquín Sánchez, con su desparpajo habitual, reconoció que padre salvo su carrera con "una hostia bien dada".

"Tendría yo 16 ó 17 años. Estaba ya ahí despuntando un poquito y me acuerdo que tenía un partido con la selección andaluza. Tenía la edad mala de salir, las niñas para arriba y para abajo, y yo no quería otra cosa. El fútbol lo iba apartando un poquito. Una de las mañanas que nos levantamos a las 06:30-07:00 para tirar para Sevilla, yo me levanté de aquella manera y le eché lo que hay que echarle para decirle a mi padre: 'Pa, que yo estoy aburrido del fútbol y no quiero irme a jugar. Yo ya estoy cansado de kilómetros'. Su contestación fue 'Bueno, pues si no quieres ir, te acuestas", explicó el de Puerto de Santa María, que inmediatamente resolvió la historia. "Era un sábado por la mañana. Pero no me dio tiempo a acostarme. Me pegó un cate por aquí atrás (en la nuca), que de hecho yo creo que para el lado derecho todavía no giro bien el cuello de aquella hostia que me pegó. Y yo sentí un escalofrío muy grande por el cuerpo y me dijo: 'Ya te estás vistiendo y montándote para el coche. Y si no quieres ir más a jugar habla con el entrenador, habla con el presidente y se lo dices'. Y fui, jugué, me arrepentí, no les dije nada y le pedí perdón a mi padre".

Joaquín apuntó en la entrevista también que no le importaría trabajar en la televisión cuando se retire y que tiene miedo a volar en avión, además de una extensa colección de 800 camisetas de fútbol.