El CD Olímpico juvenil, de la liga provincial de Cádiz, ha convocado para el próximo domingo una concentración en apoyo de uno de sus jugadores, de raza negra, que viene sufriendo en los últimos partidos insultos y desprecios racistas ante el silencio de los árbitros.

En declaraciones a EFE, el vicepresidente del equipo, Francisco Fernández Abad, ha explicado que el jugador, de 16 años, está siendo víctima de estos ataques racistas desde que se puso en marcha este equipo juvenil a principios de temporada, en la que este delantero está destacando por su especial calidad en el campo. "Creo que el que sea tan bueno ha hecho que se intensifiquen los insultos contra él para intentar bajarle los humos, pero no hay derecho a que un menor tenga que sufrir este tipo de desprecios, además, en su mayoría son padres que traspasan esos valores a sus hijos", ha lamentado Fernández Abad.

El equipo ha decidido plantarse y está dispuesto a suspender los partidos cada vez que el jugador vuelva a ser increpado por el color de su piel. "Pedimos la intervención de los árbitros para que condenen este tipo de actitudes, pero, hasta ahora, sólo en el último partido, y porque lo pedimos expresamente nosotros, no han levantado acta sobre estos insultos", ha explicado el vicepresidente del Olímpico, quien ha añadido que espera al acta del partido el pasado fin de semana en Vejer para que se sancione al otro equipo.

Ha considerado que, ante estas situaciones, deben "intervenir todos, los clubes, los entrenadores, los jugadores, los árbitros y la federación de fútbol", ya que ha lamentado que, hasta el momento, el silencio ha sido el protagonista.

La concentración del domingo, convocada en el campo municipal de Cádiz Manuel Irigoyen, pretende ser "una llamada de atención", aunque el vicepresidente del Olímpico ha asegurado que no se quedarán ahí, sino que pedirán actuaciones contundentes en defensa de su jugador.

"El entrenador tiene vía libre del club para retirarse de un campo en cuanto empiecen los insultos y no se tomen medidas", ha asegurado el directivo, quien ha agregado que, aunque están intentando arroparle en todo momento, "el jugador lo está pasando mal, ha llorado, pero tiene ganas de seguir jugando al fútbol: no hay derecho a que le pase esto", ha concluido.

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