Un niño guió el rescate del primer superviviente hallado en la zona donde se accidentó el avión que transportaba a Chapecoense en el municipio colombiano de La Unión, en el departamento de Antioquia (noroeste), según relataron testigos a Efe.

El menor, de unos 10 años, coordinó, en medio de su inocencia, la evacuación del jugador brasileño Alan Ruschel del sitio conocido como Cerro El Gordo, donde quedó destruido el sueño del conjunto de Chapecó de conquistar su primera Copa Sudamericana.

"Cuando estábamos aparcando las camionetas llegó un niño y nos dijo que a unos heridos los estaban sacando por otro lado", aseguró a Efe Sergio Marulanda, uno de los lugareños que cooperó con el desplazamiento de los seis supervivientes de la tragedia por el terreno agreste donde se estrelló la aeronave la noche del lunes.

Marulanda se convirtió en héroe anónimo gracias a una llamada de su hermano, un médico de la región que le pidió traer su camioneta 4x4 y las de otros cuatro amigos para cooperar en la misión de rescate que empezó dos horas después de la colisión del Avro Regional RJ85, de la aerolínea boliviana Lamia. "Un policía me dijo: 'usted es el primero en llegar, monte al niño en la camioneta y vaya a recoger los heridos'", recordó el hombre, oriundo de La Unión e hincha de Atlético Nacional, rival de Chapecoense en la final que debía haberse disputado.

En medio de la "impactante" escena, compuesta por un avión totalmente desintegrado, cuerpos diseminados y el fuselaje esparcido en al menos cien metros de diámetro, Marulanda recibió en su camioneta a Ruschel junto a socorristas que luchaban por estabilizarlo. "Lo subieron arropado, preguntó por su familia y sus amigos, dijo que le dolía mucho la cadera porque tenía una fractura", acotó sobre ese primer milagro que entregó la montaña. Ruschel, con algo de consciencia, mantuvo cortos diálogos en español con sus rescatistas y luego fue llevado a una clínica en la localidad de LaCeja.