El habilidoso extremo de Xirivella se ha convertido en uno de los fichajes del Sparta de Praga, uno de los equipos más grandes de la República Checa, tras mostrar sus credenciales durante tres años en el Dukla. Con la Europa League a la vuelta de la esquina, Néstor Albiach sube otro escalón más en su carrera en el extranjero.

—Llega a un club que compite en Europa. Proyecto nuevo. ¿Cómo está Néstor Albiach en estos momentos?

—Muy ilusionado la verdad. Ojalá pueda debutar en Europa League, que era lo que quería. Una de las condiciones por las que firmé con el Sparta de Praga. A ver si puedo tener minutos y si puede ser de titular claro. El 16 de febrero llegaría el debut, no queda nada y tengo muchas ganas. En prácticamente mes y medio estamos ahí. El miércoles que viene empezamos entrenamientos y a pensar ya en la eliminatoria contra el Rostov.

—En la República Checa se ha ganado el respeto de todo el público, pero la llamada del Sparta siempre es un gran salto. ¿Se lo esperaba?

—Sí. Me comentaron personas de allí que me estaban siguiendo. Que en el momento en el que tuviera continuidad tras la lesión que podía entrar en esa quiniela. Se han interesado varios equipos en invierno la verdad y era consciente de que si llegaba esa continuidad iban a salir buenas ofertas.

—Ha tenido momentos difíciles. ¿Cómo fue la recuperación?

—Recibí un gran apoyo del club. Tengo que agradecérselo. En las dos lesiones han estado muy pendientes. De hecho me renovaron, cuando podían haber rescindido el contrato. Confiaron en mí sin saber cómo podía salir de la lesión. Eso también te da fuerzas para trabajar duro y pelear por seguir ahí. Le debo mucho al Dukla.

—Ahora llega Sparta y Europa. Además un rival Champions. Palabras mayores...

—Ha quedado tercero en Champions el Rostov. Sabemos que fácil no va a ser. Son un equipo muy competitivo, le ganó al Bayern Múnich... fácil no va a ser. Tenemos que ser conscientes de que en su campo son muy fuertes y que tenemos que sacar un gran resultado allí. En nuestra casa no podemos fallar.

—El año pasado el Sparta llegó a cuartos. ¿Nota la presión esta temporada por mantener el nivel?

—Lo notas desde el primer día. Desde que he firmado, la gente por las redes sociales ya te envía mensajes, te apoya y te pide que consigas los objetivos.

—En lo personal, ¿cómo se ve en el sistema de juego del Sparta?

—Ellos me han firmado precisamente porque tengo un perfil que les viene bien. Juegan igual que el Duckla. Le dan importancia al balón y quieren ser protagonistas. Me imagino que será un 4-3-3. Me transmitieron tranquilidad y que jugara como sé. Ahora, quiero devolverles la confianza sobre el terreno de juego.

—¿Cómo se define como jugador?

—Soy un futbolista técnico, con calidad. No soy veloz, pero tampoco lento. El juego aéreo es tal vez mi punto débil, aunque siempre peleo todas. Soy hábil en el uno contra uno y me encanta encarar y tratar de encontrar regate.

—Con el Dukla acabó haciendo números extraordinarios. ¿Está en su mejor momento?

—Acabé jugando los últimos partidos como delantero. También me sentí cómodo ahí. Pude marcar dos goles y dar tres asistencias, ese también fue otro de los motivos por los que el Sparta se decidió por mí.

—¿Dónde se siente realmente más cómodo jugando?

—La verdad que en banda derecha es donde creo que hago más daño. Ahí a pierna cambiada, porque soy zurdo. También en la mediapunta, en izquierda... Realmente en cualquier zona de tres cuartos estoy muy cómodo

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—Uno de sus nuevos compañeros es Tomas Rosicky. ¿Impone saber que vas a entrenar y jugar con un futbolista de este calibre?

—Todo el mundo sabe quién es Tomas Rosicky. Es un futbolista extraordinario que ha ganado muchos títulos y que tiene una calidad excepcional. Además no es solo eso, esa técnica, nos va a aportar en muchos aspectos. Saber competir también en Europa porque él ha competido en partidos europeos de mucho nivel. Eso no solo a mí, también el equipo nos va a aportar ese plus de competitividad.

—En enero será su cuarto año en la República Checa. ¿Cuando se fue, pensaba que iba a ser por un periodo tan largo?

—La verdad que no. Pensaba que iba a ser un año o dos como mucho. Quería estar un año allí y esa era la idea, después servir al Duckla también para que hiciera una buena venta. Al final se ha ido alargando y mira... la verdad que ha acabado bien. Todo ha ido a buen puerto y es un gran salto. Ahora dos años y medio en el Sparta.

—¿Le gustaría volver en un futuro a España?

—Por supuesto que me gustaría venir a España, jugar aquí en Primera División, pero no me vendría tampoco a cualquier precio. Me gustaría venir a un proyecto importante, jugar Europa. También depende de cómo lo haga en el Sparta.

—En cuanto a su vida personal. ¿Cómo es Néstor en el día a día en Praga?

—No se sale demasiado a la calle. Está nevando y hace mucho frío. Quedamos los del equipo para comer o para cenar. También estoy en casa jugando a la Play, hablando por Skype con mis amigos y la familia. Una vida muy tranquila.

—¿Qué tal se le da el checo?

—Es bastante difícil, pero llevo cuatro años allí y entiendo bastantes cosas. Al hablar pues me corto un poco más. Sí que me atrevo pero con frases cortas para no cometer demasiados fallos.

—¿Qué recuerdos tiene de su etapa de formación?

—En Requena pasé un buen año, me llevaba muy bien con todo el equipo y con la afición. Eso sí, siempre se me quedará clavado el haber descendido con el Requena. A mí y a mí padre nos dolió porque el trato fue excelente. La lastima fue esa, que descendimos. Hubo problemas extraños y al final tocó descender, eso sí, de corazón espero que vuelvan a Tercera. Merecen volver a ese lugar.

—Ya para terminar, ¿qué objetivos se marca en el futuro más cercano?

—Lo primero es sin duda poder ganar la competición liguera. Tenemos a cuatro puntos al Viktoria Plzen y aunque es una distancia considerable vamos a intentar atraparles. Por otra parte, llegar como mínimo a cuartos de Europa League. Así estaría satisfecho.