Las diferentes velocidades a las que se mueven los «súper clubes» del fútbol europeo y el resto preocupan a la UEFA. El desigual reparto de ingresos, alimentado en España principalmente por LaLiga y el reparto de los derechos de televisión, es ya un motivo evidente de «alerta», según el último informe del estamento continental. En este se desnuda el duopolio Real Madrid-Barcelona, a los que nadie tose en el fútbol nacional y muy pocos en el ´entorno´ Champions: son los equipos con más ingresos de este.

«Como guardián del juego en Europa, la UEFA debe permanecer alerta y tomar nota de las tendencias menos positivas destacadas en el informe, como la vuelta al aumento de los salarios altos y la creciente concentración de patrocinio y los ingresos comerciales entre un puñado de clubes», suscribe su nuevo presidente, Aleksander Ceferin, al calor de los datos recabados en 2015. En estos queda claro que hay una pequeña elite continental, que completan Manchester United, City, Chelsea, Arsenal, Liverpool, Bayern y PSG, que se reparten la mayor parte del pastel: sus cifras de negocio crecen más de 100 millones de euros al año por patrocinadores principales y publicidad en la camiseta, mientras que los ´Primera´ más modestos del continente aumentan esa partida en una centésima parte cada temporada.

La única alternativa real que merengues y culés han encontrado en el último lustro en España es la del Atlético. Los colchoneros tienen mérito, ya que también aparecen en el listado de los 30 clubes europeos con más ingresos pero en una posición mucho más modesta: son vigésimo primeros. Otro de elementos diferenciadores entre los distintos equipos, según el informe que avanzaba ayer el Daily Mail, es la monetarización de su masa social a través de la redes sociales. Ahí, lógicamente, como en taquillas o abonos, quienes más simpatizantes tienen, más ganan independientemente de sus resultados.

El reparto por el nuevo contrato de venta centralizada de derechos televisivos fue objetivo de polémica, a consecuencia de la citada deseigualdad. En este se reduce el ratio diferencial entre clubes, incluso caen mínimamente las cantidades abonados Barça y Madrid, aunque a costa de institucionalizar la diferenciación entre ambos el resto. Los culés cobran este curso por ese concepto 150 millones de euros, por 142 de los merengues. Los más modestos de LaLiga Santander se tienen que conformar con un tercio de esas cantidad; entre Arsenal (100) y Aston Villa (66), los polos opuestos de la Premier League en la 15/16, las distancias son evidentemente muy inferiores.

Del mismo modo que la UEFA denuncia la dictadura de los «súper clubes», estos se han encontrado con la estruendosa irrupción de China en el mercado de primer nivel. El gigante asiático se ha convertido en un competidor real, con ofertas y salarios inasumibles incluso para ellos. Clubes como el Shanghai SIPG, Senshua o Hebei Fortune quieren dinamitar la competencia del mismo modo que en los últimos años han hecho en su radio de acción más próximo Barça o Madrid. Ni siquiera Valencia, Atlético o Sevilla se han acercado a las cifras pagadas por los dos grandes, cuyos ingresos anuales por televisión son ya de por sí superiores al presupuesto de cualquiera de sus competidores en LaLiga Santander.