Mario Cartagena ha sido uno de los muchos técnicos que ha tenido el Eldense durante la presente temporada. Con él curiosamente llegó el grupo inversor italiano que ha provocado una situación insostenible y que ha acabado con el equipo en el banquillo, pero no en el del campo, sino en el de acusados, por presunta estafa y amaño de partidos.

"Después del partido contra el Prat, que ganamos, pego una rajada de la llegada del grupo inversor italiano. Lo normal ahí es que te digan que te vas fuera, pero me mantienen. Con su llegada todo fue insostenible. Venían y trataban de dar consejos sobre entrenar y te decían que tú no tenías ni idea. Trajeron a un entrenador, sin la documentación necesaria, para que él fuera el que manejara todo y yo solo ponía el título", reconoce Mario Cartagena. El técnico sin embargo solo duró un partido más, en el que el equipo volvió a dar la cara. Ante el Espanyol B, la derrota, con el conjunto perico volviendo la hora, fue el último choque en el que Cartagena estuvo en el Eldense. Después, su apoyo a los jugadores que no cobraban y su defensa de los valores de la entidad por encima del negocio que buscaban los nuevos inversores, le impidieron continuar y puso fin a su etapa. "Perdemos 3-2 y el lunes ya llega el italiano a ver el entrenamiento. Nos reunimos por la tarde Di Pierro, Esquembre (abogado del grupo inversor) y allí se me dijo que todo lo que hacía estaba mal, que el método italiano se iba a instaurar en Elda. Hablé con mi cuerpo técnico y decidimos marcharnos", señala.

En esa semana en la que Mario Cartagena coincide con los nuevos inversores suceden movimientos de jugadores de un nivel muy bajo con un solo fin económico. "Los jugadores que venían eran horribles. . Le dije a Capuani, ¿tú por qué me pagas, por entrenar o por ver jugadores? Yo tengo que trabajar y hay que ganar al Prat. Vinieron tres o cuatro que yo pensé madre mía. Es que de verdad, cualquier equipo de Preferente tiene más nivel que esos futbolistas... Recuerdo a Sangalé y Jordan, y el primero de ellos, cuando yo ya me había ido, jugó un partido y nada más concluir le dieron la baja. Los jugadores los traía Di Pierro, él me lo dijo. Pagaban por ir al Eldense, con un concepto nuevo que ellos llamaban jugadores bonificables. El térmio que decían era ese, 'bonificables', explica.

EL AMAÑO

Sobre el presunto amaño, en el que se habría manejado una cantidad cercana a los 200.000 euros, Cartagena lo tiene claro. "Estaba amañado. Un jugador normal, con 7-0 hace lo que sea para que no te metan más. No me sorprende nada que haya pasado esto, sabía que pasaba algo raro. Nunca imaginé algo tan malo, pero sí que la situación iba a ser insostenible", afirma.

Hay jugadores además por los que "cruzas los dedos para que no estén implicados. Mikey por ejemplo -ha pasado declaración ante la Policía-. Hablaba mucho con él y yo le decía que en dos años iba a estar en primera. Al final esto es injusto también para aquellos que no estén implicados, porque tu nombre ya está manchado por estar presente en ese partido. Es muy triste", señala.