La Fiscalía pidió a la Corte Suprema de Brasil que anule la sentencia por la que se le concedió la libertad condicional al portero Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y condenado a 22 años de prisión por el asesinato de su exnovia.

La petición para que sea revocada la decisión de la máxima corte que favoreció al futbolista fue remitida este jueves al mismo tribunal por el procurador general de la República (Fiscal), Rodrigo Janot, informó la Fiscalía.

En 2013, Bruno Fernandes fue condenado a 22 años y 3 meses de prisión por el asesinato y ocultación del cadáver de su amante, Eliza Samudio.

Sin embargo, el pasado 24 de febrero salió de la prisión beneficiado por un recurso judicial y pocos días después fue anunciado como nuevo guardameta del Boa Esporte, club de la segunda división brasileña.

Antes de su arresto en 2010 y en su auge como campeón brasileño de 2009 con Flamengo, su nombre era citado por la prensa como uno de los posibles convocados por la Canarinha para el Mundial de 2014.

Su contratación como jugador del Boa Esporte tras seis años en prisión motivó protestas de grupos que combaten el feminicidio y hasta llevó a cinco de los patrocinadores del equipo a retirarle su apoyo.

El magistrado de la Corte Suprema Marco Aurélio Mello, que aceptó el hábeas corpus en el que el futbolista pidió su liberación, alegó que Bruno estaba preso desde hacía seis años y siete meses y sin que hubiera sido condenado en segunda instancia, por lo que podía ser liberado y recurrir en libertad a la sentencia.

Janot, en el recurso en que pide nuevamente el encarcelamiento del portero, alegó que fue la propia defensa la que alargó el juicio en segunda instancia al presentar varios recursos contra la sentencia inicial condenatoria.

El guardameta fue detenido en agosto de 2010, después de ser apuntado por la policía como principal sospechoso del asesinato de la modelo Eliza Samudio, con quien tuvo un hijo.

Samudio, de 25 años, que reclamaba del futbolista el pago de una pensión para el menor, desapareció en 2010 y fue considerada muerta, aunque su cuerpo nunca fue encontrado, en un caso que conmocionó Brasil.