En el fútbol existe un dicho popular que reza «las finales no se juegan, se ganan». Mourinho es uno de los grandes ejemplos, con dos finales de Europa League y dos de Champions con final exitoso. Precisamente el portugués, con esa tónica en los duelos clave, apostó en la final de Solna ante el Ajax por un hombre que en las finales tiene una racha de escándalo. Ese futbolista es Juan Mata. El asturiano, que en todas las previsiones partía desde el banquillo, salió en el once del Manchester United y 90 minutos más tarde estaba levantando la copa. Ese dato es algo habitual en un jugador que ha ganado diez de once finales (solo perdió la Copa Confederaciones de 2013 ante Brasil). Esa racha comenzó en Valencia, con Koeman de entrenador y en la Copa del Rey del Vicente Calderón. Desde entonces, Eurocopa, Champions y Europa League como grandes torneos, aunque también hay que añadir el Mundial de 2010, a pesar de no tener minutos en la final.

El Valencia visitaba el Vicente Calderón para disputar la final de Copa del Rey ante el Getafe. En el once, un Juan Mata que aquel año tuvo la explosión definitiva y que en el minuto cuatro ya había perforado la meta defendida por Ustari. Aquel campeonato fue el primero que conseguía el asturiano de una racha excepcional. En 2010 llegaba el Mundial de Sudáfrica. Mata no tuvo demasiada presencia en aquel torneo, en el que solo jugó 20 minutos contra Honduras, pero fue partícipe de un grupo que levantó el mundo. Un año después llegaría el Europeo Sub-21, en el que fue uno de los mejores jugadores del torneo, Bota de Bronce y clave en los duelos decisivos del combinado que se alzo con el título. Si en Johannesburgo Holanda había sido la víctima, en Arhus fue Suiza.

En 2012 llegó sin duda el año de Juan Mata. Recital en la FA Cup con cuatro goles y cuatro asistencias, una de ellas en la final ante el Liverpool. Después llegó el 19 de mayo y un escenario, el Allianz Arena. El rival en aquel partido por la Champions era precisamente el conjunto local. Mata, sin embargo, apareció en el minuto 88, con un 1-0 en contra en el marcador, para poner un regalo en la cabeza de Drogba, que remataba al fondo de la portería defendida por Neuer. En la tanda, el asturiano falló el penalti, pero el destino estaba escrito y el título volvió a caer del lado del español. Ese verano también caería la Eurocopa, con una participación mínima de Mata, solo tres minutos, pero un gol en la final ante Italia.

Un año después llegó la final de la Europa League. Con Benítez y ante el Benfica, el asturiano fue más que decisivo en aquella cita con dos asistencias que permitieron a los ´blues´ volver a anotarse un título en el viejo continente. Ese verano sin embargo llegó un cambio en Stamford Bridge. Mourinho llegó y forzó la salida de Mata en invierno. En el United volvió a dejar rastro de su leyenda en las finales con Van Gaal en el banquillo. En el minuto 81, con los ´red devils´ perdiendo anotó para enviar el partido a la prórroga, donde consiguió el triunfo.

Curiosamente, con Mourinho como entrenador, Mata se ha anotado sus últimas dos finales. La EFL Cup ante el Southampton y la del pasado miércoles ante el Ajax, donde amplió la racha que comenzó en el 2008 ante el Getafe.