Ontinyent es blanquinegra. La celebración del ascenso a Segunda B del Ontinyent CF invadió las calles de la ciudad, con epicentro en la Plaça Major y el ayuntamiento, donde el equipo festejó con la afición la ansiada promoción. La fiesta comenzó el domingo, cuando la afición salió a la calle para recibir al equipo, procedente de Vitoria. El lunes, la celebración comenzaba sobre las ocho con el desfile de la plantilla, cuerpo técnico y directiva del club desde la plaza hasta el ayuntamiento, donde fueron recibidos por la corporación municipal.

Desde el balcón del consistorio, el club ofreció el ascenso a los cientos de aficionados que llenaban la plaza y varios jugadores como Paco Sáez, Quique o Xato se dirigieron a la afición para agradecerles el apoyo durante toda la temporada. También cogió el micrófono el «héroe» del ascenso, el portero Iván Vallés, que detuvo dos penaltis en la tanda final. Iván VallésVallés —al que sus compañeros dedicaron unos versos cantados: «parece holandés, pero es de Beniarrés»— afirmó que «esto es increíble, no hay palabras. Gracias a todos».

El más reivindicativo fue el ahora presidente de honor del Ontinyent CF, Luis Ortiz, que tras destacar el trabajo de la plantilla y el cuerpo técnico y agradecer el apoyo de la afición y del ayuntamiento, reclamó mejoras en El Clariano, al que pidió dotar de mejores vestuarios, gimnasio y sala de prensa. Remarcó que el club y los jugadores «son una piña» y que fruto de esa unión se ha conseguido el ascenso. El mandatario también aludió a la reciente conversión del Ontinyent CF en una sociedad anónima deportiva, con la llegada de un grupo australiano que, según dijo, hará posible el sueño del club. «Vamos a subir a Segunda, pero será solo un escalón, la meta es subir a Primera División», afirmó Ortiz, quien concluyó que «hemos puesto la primera piedra, el edificio está por hacer y lo tenemos que hacer entre todos».

El alcalde de Ontinyent y presidente de la Diputació de València, Jorge Rodríguez, cerró los parlamentos destacando que el ascenso es el resultado de muchos años de trabajo. «Son cinco años de mucho trabajo, cinco años de ilusión». Afirmó que «yo de fútbol no sé, pero sí sé de valores, y de los valores que encarna el Ontinyent, humildad, trabajo y sacrificio».