Leo Messi se encaprichó en vano de Saúl Ñíguez y Antoine Griezmann este verano, de acuerdo con la información de 'El Transistor' de Onda Cero. El argentino pidió al FC Barcelona que fichara al ilicitano y al francés en el último mercado de fichajes, algo que finalmente no consiguió en ningún caso. El Atlético de Madrid respondió al interés culé ampliando y mejorando el contrato de ambos futbolistas para retenerlos.

En pleno culebrón Neymar, quien acabaría fichando por el PSG, Josep Maria Bartomeu intentó contentar a Leo Messi cumpliendo sus dos deseos deportivos. El Barça quiso fichar primero a Saúl Níguez, cuya cláusula de 80 millones estuvo dispuesto a abonar. La respuesta colchonera ha elevado esa cantidad a 150 millones.

El Barcelona se planteó posteriormente la llegada de Griezmann, que a la postre hubiera servido para cubrir el vacío dejado por Neymar. El francés se mostró abierto al traspaso, por el que los culés habrían ofrecido hasta 140 millones. El galo aceptó a quedarse en el Atlético con la mencionado mejora salarial y un aumento temporal de la cláusula hasta los 200 millones de euros. En 2018, una vez los colchoneros hayan cumplido el castigo de FIFA sin fichar, la libertad del francés se quedará en la mitad: 100 millones.