Que Javi Calleja tiene mucho trabajo por hacer está claro. No es tarea sencilla cambiar la idea de juego de una plantilla conformada para otro sistema en mitad de la temporada. Por ello el vestuario es consciente de la situación y asumen la cuota de culpabilidad correspondiente de que el inicio de Liga no haya ido todo lo bien que se esperaba. Víctor Ruiz reconoce que «es totalmente diferente» la forma de trabajar de Escribá con la del madrileño. Este parón está sirviendo para que se pongan las pilas: «Somos los mismos jugadores, pero hay que trabajar mucho estos días» explica el central y añade: «debemos coger los conceptos rápido».

Y es que el Villarreal se enfrenta a un calendario infernal y crucial a partes iguales. Cinco partidos en doce días de las tres competiciones marcarán el devenir del proyecto de Calleja y en el seno del equipo se es consicente de ello: «Tenemos un mes con muchos partidos y poco tiempo para entrenar y para descansar» analiza el zaguero.

En la misma línea se ha mostrado su compañero Daniele Bonera. El italiano aboga por la unión porque «hay que estar al lado del entrenador». Las primeras semanas de Calleja al mando son positivas con un empate y una goleada y desde la tranquilidad las cosas se empiezan a ver desde otro prisma. «Estos resultados son buenos para trabajar mejor y con más calma» argumenta el transalpino.

Uno de los pesos pesados del vestuario y de los más críticos durante el inicio de temporada, Jaume Costa ya comentó que «el cambio de actitud ha sido importante». Frente al Eibar hubo muestras de ello. Apoyados en un Bakambu al que se le caen los goles del bolsilloBakambu, Costa destacó la imagen del equipo: «demostramos todo lo que podemos dar». Y es que el sentir de la plantilla ‘grogueta’ es el de que una entidad de la enjundia del Villarreal está obligado a ganar como el propio Carlos Bacca señaló la semana pasada. El objetivo es empezar a sumar de tres en tres con la mayor celeridad posibles. El cafetero indicó que «mostrarse más sólidos» cada fin de semana ayudará a que las victorias empiecen a llegar al casillero del Submarino.

Bruno, que regresará en los próximos días a la práctica del fútbol tras una larga recuperación, se mojó en primer lugar y como capitán de la plantilla mostró públicamente el compromiso del equipo con Calleja: «En un club se toman decisiones y nuestro deber es trabajar lo máximo posible en todo momento».

Parece que en el Estadio de la Cerámica tienen clara la teoría y las bases de este proyecto que lideran las leyendas del Villarreal. Juego alegre y protagonista con el balón, máxima exigencia y sobre todo, carácter y personalidad desde la plantilla para sacar «endavant» una situación inesperada y que debe ser un bache en grueso de la temporada 2017/18 para el Submarino. Pero lo que es más importante, el vestuario está preparad para sumar y dar un paso hacia delante para respaldarfirmemente a Calleja.