Las cosas en Goodison Park no están marchando tal y como se esperaban. El Everton continúa cosechando malos resultados tanto en la Premier League como en la Europa League, después de la fuerte inversión económica del mercado estival dirigida por Ronald Koeman.

Si Koeman quiere salvar su puesto, la directiva 'toffee' le obliga a variar radical y velozmente la dinámica de los suyos. Y la presión de la afición también está llamando a la puerta del ex del Valencia tras alguno de los ridículos de este principio de la temporada. A final de mes vencerá el plazo dado por la directiva tras la amenaza de despido.

El entrenador neerlandés se gastó 158.2 millones de euros para firmar a nueve futbolistas, entre ellos Rooney, llegó libre pero cobra 335.000 euros semanales, Sigurdsson y Sandro. Sin embargo esa ingente cantidad de dinero no se ha transformado en los resultados esperados. Solo dos victorias y cuatro derrotas en liga dejan a los de Liverpool tras siete jornadas con 7 puntos y 16º en la tabla. Más pendientes del descenso que de un posible asalto a los puestos de Champions League. Pero es que el panorama continental es mucho peor con tan solo un punto en dos jornadas de Europa League.

El calendario de los 'toffees' no es el más favorable tampoco. Brighton, Arsenal y Leicester además de la crucial visita a Gerland para medirse contra el Olympique de Lyon. El lastre de solo dos victorias en los últimos diez partidos y el empate como locales frente al Apollon pesa bastante.

De esta manera Koeman se enfrentaría a una nueva destitución como ya le ocurriera en Mestalla, donde llevaba al equipo al abismo. Probablemente también el neerlandés ha "llegado al club equivocado" y en el "momento equivocado" al Everton.