Gustavo Siviero ha sido despedido del Hércules tras ganar 3-2 al Peralada. La mala imagen ofrecida, pese a la victoria, ha precipitado el adiós del técnico argentino, ya en la cuerda floja semanas atrás. La decisión se tomó tras el pitido final y después de que el Rico Pérez entonase durante varias veces el grito de "Siviero, vete ya".

A Siviero le ha pasado factura las malas sensaciones que ha transmitido el conjunto blanquiazul en este arranque del grupo III de Segunda División B. El liderato se escapó muy pronto y la zona de promoción de ascenso llegó a estar a seis puntos, ahora a cuatro. Junto a Siviero, también se marcha Daniel Tremonti, su segundo y hombre de confianza. "El entrenador se va porque siempre se rompe esto por el punto más débil. Hay jugadores que merecen irse con el entrenador, pero esto es la ley del fútbol. Veo al equipo desfondado y siempre le sobran 20 minutos de partido. El equipo está roto. Siviero es un gran entrenador y una mejor persona. El 90% de la destitución del entrenador es culpa de los jugadores. Insisto, el equipo está roto. He querido acabar con esta sangría", comentó el presidente Juan Carlos Ramírez tras destituir a Siviero.

El Hércules tendrá que buscar recambio urgente. Los nombres de Josip Visnjic y Claudio Barragán ya están sobre la mesa. "Vamos a analizar muy bien el perfil de entrenador que queremos. Hay que olvidarse del toquecito porque cualquier equipo con un presupuesto diez veces menor que el nuestro nos puede hacer un ocho. Los jugadores tienen que dar la talla y el que no corra no seguirá en el Hércules. Quiero guerreros", añadió Ramírez, volviendo a arremeter contra los jugadores.