Era cuestión de tiempo que la caída en barrena del Real Madrid dejase a Zidane en la picota. Y es que, pese a que los problemas empezaron por la planificación de una plantilla con menos recursos que la de la pasada temporada, el técnico no se escapa de las dudas. El entorno de Florentino Pérez desliza que el francés no está cuestionado y que será él quien decida cuándo poner punto y final a su estancia en el banquillo.

Sin embargo, en ese mismo entorno se admite sin tapujos también que en caso de que el desgaste por la actual crisis precipitase su abandono, para el presidente el preferido sería Mauricio Pochettino, el rival que viene de derrotarle esta semana en Champions. En Inglaterra el Daily Mail señalaba ayer que en el club blanco, al margen de por los jugadores Dele Alli o Harry Kane, hay una fuerte querencia por el preparador argentino.

Por un lado, Pochettino, que en su día estuvo en la mesa del Valencia, se ha consolidado tras varios pasos en falso en el Tottenham. Por el otro, los siete títulos conquistados por Zidane le otorgan un crédito que es enorme pero no inagotable. Y en este sentido la reciente derrota en Londres, unida a la sufrida hace una semana en Girona, ha sido un golpe en la línea de flotación de un técnico que a la mínima está en el ojo del huracán y más todavía en este momento en el que a 8 puntos del líder el título liguero podría estar prácticamente perdido.

El mal momento de forma de los jugadores que hasta ahora tiraban del carro, en especial los Cristiano, Benzema, Marcelo o Marco Asensio está costándole al Madrid muchos puntos. Del equipo que encandilaba en pretemporada apenas queda rastro. Las lagunas defensivas, la dejadez y la falta de sintonía de los jugadores sobre el campo van directas al debe de Zidane, que no está sabiendo dar con la teclas que sí que supo pulsar en su momento.

La autogestión que funcionó durante un tiempo ha dejado de hacerlo y eso ha provocado una continua pérdida de buenos hábitos en el campo, donde las cámaras captan rifirrafes tan llamativos como el de Marcelo y Modric en Girona tras la pérdida de un balón por parte del lateral brasileño. Sin soluciones tácticas desde el banquillo, tampoco el talento de los futbolistas está siendo suficiente. Con Bale en la enfermería eternamente, Benzema vive uno de sus peores momentos deportivos, mientras que a Cristiano el gol se le ha atravesado en lo que va de temporada. Y la segunda línea tampoco está acudiendo a su rescate.

En este contexto de apagón, Pochettino se perfilaría como un soplo de aire en un vestuario con síntomas de acomodamiento. A sus órdenes el Tottenham despliega un fútbol vistoso y alegre que a día de hoy es un espejo en el que para mirarse para un Madrid cuesta abajo. Zidane, aun así, hace oidos sordos.

Pochettino está nominado junto a Guardiola,Wenger y Sean Dyche (Burnley) como mejor entrenador de octubre en la Premier League. De los cuatro nominados, eso sí, únicamente Guardiola obtuvo un pleno de victorias durante este mes, mientras que por su parte Pochettino ganó dos partidos y perdió uno, Wenger ganó tres y cayó en uno, y Dyche sumó dos triunfos, un empate y una derrota.