Habrá que preguntarse que quizá el problema todo este tiempo no haya sido Paco Alcácer, sino su rol. El de Torrent ha demostrado en los últimos meses, cada vez que le han dejado, la notable diferencia que para él hay entre ejercer de revulsivo o de alternativa de los teóricos titulares. Cuando ha sido titular ha marcado prácticamente siempre; como un reloj. Si ha salido desde el banquillo, le ha costado horrores.

El de Torrent, fichado en 2016 para dar descanso a Messi, Luis Suárez y Neymar, aprovechó la cita de la semana pasada (frente al Sevilla) para refrendar su valía. En su segunda presencia en el once liguero firmó un doblete y debilitó los rumores sobre su posible salida en enero. Con el charrúa negado en el remate, el brasileño en el PSG y Dembele lesionado, sería temerario por parte de Valverde prescindir de un punta de eficacia probada. Al menos, si juega desde el principio.

El exvalencianista no funciona como delantero de refresco. No ve puerta como tal desde que participara (con un tanto) en el 6-1 que le endosaron los culés al Sporting. En cambio, en 2017 ha hecho nueve tantos en idéntico número de presencias en el once competición oficial. Los dos últimos supusieron, además, una victoria clave para los culés antes del paro por compromisos internacionales.

La Copa sirvió para que Paco desengrasara y se estrenara de cara a portería. No había pisado un once desde hacía dos meses y, aún así, antes del descanso anotó en La Nueva Condomina. Su repunte, que se confirmó frente a los hispalenses, coincide con la inminente visita del Barcelona a Mestalla, donde no tuvo minutos la pasada temporada. Paco podría llegar a la cita ante el Valencia como titular; antes los culés tendrán que afrontar la peliaguda visita a Butarque.

Con la selección ha mantenido siempre esa misma tendencia. En ocho encuentros disputados de inicio con la Roja ha logrado cinco goles; en los cinco que entró en el campo desde la suplencia solo pudo marcar en una ocasión. La falta de protagonismo es la que le ha apartado de las convocatorias de Lopetegui, en cuyos planes para el Mundial de Rusia tiene complicado entrar a estas alturas.