Paul Gascoigne, uno de los mejores jugadores ingleses de las últimas décadas, lleva muchos años luchando contra sus adicciones. Y ahora parece que ve la luz.

Una vida llena de emociones e infelicidad llevaron a este jugador, como a otras grandes estrellas del fútbol mundial, a preguntarse cuál hubiera sido su techo de haberse dedicado íntegramente al deporte rey. Criado en el Newcastle, poco tardó en recalar en el Tottenham previo pagó de 2 millones de libras (el fichaje más caro de la historia de la Premier por aquel entonces), después recaló en la Lazio y el Glasgow Rangers... El bueno de Paul nunca terminó de encontrarse a sí mismo. Pasó con más pena que gloria por el Middlesbrough, Everton, Burnley, vivió una breve aventura asiática en el Gansu Tianma chino antes de retirarse en el Boston United. Pero nada, no hubo manera de centrar la cabeza de un genio que pudo ser leyenda. Ingresado, borracho, apaleado, hospitalizado, un adjetivo para cada lamentable noticia que ha perseguido a un talento poco aprovechado.

Hoy, aparentemente recuperado tras numerosas recaídas, Gasgoigne parece un hombre nuevo. Hace un año que dejó de tuitear, aparcando una cuenta con 112.000 seguidores y una foto de perfil 'poco seria', para ahora 'Gazza' decidirse a reaparecer en las RRSS con una nueva cuenta (@Paul_Gascoigne8). En sólo tres días ha logrado más de 50.000 seguidores y los contenidos compartidos son más acordes a lo que siempre debió ser. Esperemos que sea el gol definitivo al viejo Paul.