El Villarreal afrontará este miércoles la ida de las semifinales de la Champions League en Anfield ante el todopoderoso Liverpool. Y uno de sus jugadores estrellas, el atacante egipcio Mohamed Salah, tiene una curiosa relación con Benicàssim, una localidad castellonense a unos 25 kilómetros de Vila-real.

El vínculo se remonta al pasado año 2018, cuando el futbolista se desplazó a la localidad para recuperarse de la histórica lesión que le apartó, semanas antes, de disputar al completo la final de la Champions contra el Real Madrid.

Salah viajó a finales de mayo para tratarse con su fisio de confianza en Anfield, el valenciano Rubén Pons, natal de Benicàssim. Entre ceja y ceja se puso recuperarse para el Mundial de Rusia 2018.

El futbolista se trató en la Comunitat y, además de recuperarse de su lesión en el hombro tras el lance del juego con Sergio Ramos, pudo disfrutar entre otras cosas de la gastronomía típica de la zona. Ahora, el destino ha querido que regrese de nuevo a tierras castollenses... para visitar La Cerámica. El futbolista finalmente pudo llegar en plenas facultades para jugar con su combinado nacional.