El Liverpool selló este miércoles el pase a la final de la Liga de Campeones en Kiev (Ucrania), donde se medirá con el Real Madrid, pese a perder por 4-2 la vuelta de las semifinales contra el Roma en el Estadio Olímpico.

El Liverpool llegó con ventaja al descanso (1-2) en el Olímpico gracias a los goles del senegalés Sadio Mané y del holandés Georginio Wijnaldum, pero el Roma logró remontar gracias a un doblete del belga Radja Nainggolan, a un tanto en propia meta de James Milner y a una diana del bosnio Edin Dzeko.

El equipo inglés pasó gracias al triunfo por 5-2 obtenido la semana pasada en Anfield y volverá a jugar una final de la Copa de Europa once años después de la última vez, en 2007, cuando perdió en Atenas contra el Milan.

El del Estadio Olímpico era un duelo entre un Liverpool que llegaba como equipo más goleador de Europa como visitante, con 18 tantos en cinco partidos, y un Roma que, por su parte, todavía no había concedido ni una diana como local en su brillante campaña europea.

En el intento de mantener esa solidez defensiva, el técnico del Roma, Eusebio Di Francesco, cambió el 3-4-2-1 alineado en la ida por un 4-3-3 con una línea defensiva de cuatro y un tridente ofensivo formado por Stephan El Shaarawy, Dzeko y el checo Patrick Schick.

Sin embargo, el plan táctico de Di Francesco solo aguantó nueve minutos, hasta que Nainggolan fallara un pase defensivo y lanzara una transición del Liverpool que fue culminada por el décimo gol europeo del año de Mané.

Pese a que esa diana sacudiera a los 61.000 aficionados del Olímpico, el Roma consiguió reaccionar rápidamente y devolvió confianza al ambiente al empatar 1-1 en el 15, gracias a un gol en propia puerta de Milner, que desvió el balón entre las mallas tras ser golpeado en la cabeza por el croata Dejan Lovren.

En el 26, Wijnaldum fue el primero en recoger un balón suelto en el área tras un saque de esquina y superó al portero brasileño Alisson Becker de cabeza para desatar la euforia de los 5.000 aficionados "reds" que llegaron a Roma para alentar a su equipo.

Pincha en los círculos azules para repasar los goles:

Los "giallorossi" demostraron orgullo y, tras rozar el empate en el 35 con un disparo de El Shaarawy que impactó en el poste, consiguieron la igualada nada más saltar al campo en la reanudación, cuando Dzeko aprovechó un rechace del meta alemán Loris Karius para subir el 2-2 al marcador (m.51).

Los romanos lo dieron todo para adelantarse y rozaron el tercer gol tres veces en cinco minutos, entre el 60 y el 65; también hubo espacio para una polémica, ya que en el 65, el inglés Trent Alexander-Arnold desvió con la mano y dentro del área un disparo de Under, aunque el árbitro no notó esa intervención.

Todo parecía ya sentenciado, pero el Roma tuvo el mérito de seguir creyendo en un milagro y llegó a acariciarlo en los últimos diez minutos, liderado por Nainggolan.

El internacional belga firmó el 3-2 en el 84 con un derechazo desde fuera del área que fulminó a Karius y completó su doblete personal en el 93, al transformar la pena máxima que dejaba a su equipo a una sola diana de forzar la prórroga.

Sin embargo, ya era demasiado tarde y el colegiado pitó el final del encuentro justo después del gol para desatar la euforia de un Liverpool que se quedó más de quince minutos en el campo para celebrarlo con su hinchada.

Roma: Alisson; Florenzi, Fazio, Manolas, Kolarov; De Rossi (Gonalons, m.69), Pellegrini (Under, m.53), Nainggolan; El Shaarawy (Antonucci, m.75), Schick, Dzeko.

Liverpool: Karius; Alexander-Arnold (Clyne, m.92), Lovren, Van Dijk, Robertson; Milner, Henderson, Wijnaldum; Mané (Klavan, m.83), Salah, Firmino (Solanke, m.87).

Goles: 0-1, m.9: Mané; 1-1, m.15: Milner (p.p); 1-2, m.26: Wijnaldum; 2-2, m.52: Dzeko; 3-2, m.87: Nainggolan; 4-2, m.93: Nainggolan (pen.).

Árbitro: Damir Skomina (ESL). Mostró cartulina amarilla a los locales Florenzi (m.76) y Manolas (m.84) y a los visitantes Lovren (m.44) y Solanke (m.87).

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Olímpico de Roma ante 61.889 espectadores.