Como en aquella final de la Copa del Rey entre Atlético y Espanyol en la que Tamudo le birló la pelota a Toni, el Real Madrid abrió el marcador en Kiev con el gol más estúpido de la historia de las finales de la Champions.

El portero del Liverpool, Loris Karius, sacó con la mano y Benzema puso el pie para interceptar el saque y hacer el 1-0. Un error de bulto con el que el Madrid se puso por delante y que no fue el único, ya que Karius cornó su horrible actuación zampándose literalmente un disparo lejano de Bale que se convirtió en el 3-1.