Castellón vive de nuevo por y para el fútbol. El siguiente paso tras el regreso a Segunda B, es conseguir la concesión de Castalia. Sin embargo, la directiva orelluda, que querría un plazo de más de 20 años, ha encontrado el freno del Ayuntamiento -dueño del estadio- que no se llega a fiar de las intenciones de José Miguel Garrido por su experiencia en Albacete. Es por ello que el consistorio castellonense votará este mismo jueves un convenio unilateral en el que la fecha máxima para la concesión será para 30 de julio de 2020, eso sí, el acuerdo será de dos años prorrogables anualmente.

La llegada de Garrido supuso un balón de oxígeno para la maltrecha economía del Castellón puesto que aún «quedaba el peligro de liquidación del club con la deuda con Hacienda», aseguraba el presidente, Vicente Montesinos, a finales de junio cuando anunciaron que el débito tributario, de cerca de 1,5 millones, había desaparecido.

Desde marzo, Capital Albinegro -propietarios en dicho momento- se alió con el nuevo inversor para inyectar una cantidad superior al millón de euros mediante una ampliación de capital. Ahora, según apuntan fuentes municipales, los dirigentes orelluts querrían una concesión del Estadio de Castalia superior a 20 años, pero no será así. El Ayuntamiento de Castellón votará en el próximo pleno municipal del jueves 26 un convenio en el que «la duración de la autorización será de dos años prorrogables anualmente (...) coincidentes con la temporada deportiva, hasta un máximo de cuatro anualidades, venciendo el primer periodo el 30 de julio de 2020», reza el documento al que SUPER ha tenido acceso.

Para controlar la gestión de la concesión de Castalia, el consistorio castellonense ha puesto unas condiciones claras. Entre estas: no ocupar más instalaciones de las señaladas en el convenio, estar al corriente de pagos tributarios, licencias y permisos; medidas de seguridad necesarias, buen uso,...

Todas ellas medidas lógicas pero destacan otras como «no se podrá ceder, arrendar, hipotecar o transmitir el derecho de la presente autorización» o «la autorización podrá ser evocada unilateralmente por la Administración en cualquier momento (...) sin derecho a indemnización». Esto se debe a que el Ayuntamiento no se fía de Garrido por sus quehaceres en Albacete, donde tras sanear el club lo vendió al grupo Skyline sacando un rédito económico de dicha operación.

Con el estadio no se negocia

Eso es lo que quieren evitar en Castellón, que una vez el club sea atractivo para un comprador se utilice el convenio del estadio a larga duración para beneficiarse a título particular, según fuentes municipales. El 26 de abril fue cuando PSPV y Compromís presentaron una moción -originada por Castelló en Moviment-, para crear una comisión que estudiara el caso.

Por su parte, en el convenio el consistorio se compromete a realizar las obras oportunas en Castalia con el canon recibido por el club que será de 150.000 euros anuales -100.000 más si asciende, 50.000 menos si desciende-. Asimismo, se reserva el derecho a tener publicidad en el estadio, así como a 27 abonos y 525 entradas gratuitas.