El Manchester City, el París Saint Germain y el PSV Eindhoven, certificaron este domingo su respectivo título en la Premier, Ligue1 y Eredivise, lo que cada vez está más cerca de refrendar el Barcelona, que se repuso con un nuevo récord de LaLiga del mazazo sufrido entre semana en la Liga de Campeones de Europa.

Tres títulos ligueros con gran acento español, pues el City está entrenado por Pep Guardiola, y el PSG por Unai Emery; primeros técnicos españoles en conquistar esas competiciones. El PSV está dirigido por Phillip Cocu, con un gran pasado como jugador.

Pep Guardiola ya tiene su primer Premier, para su City es la quinta (1936-37, 1967-68, 2011-12, 2013-14 y 2017-18). Además, para el técnico español se trata del tercer país en que conquista el preciado galardón liguero: España (Barcelona, tres Ligas; Alemania, tres Bundesligas; e Inglaterra).

Los 'sky blues' han sido los grandes dominadores de una Premier que siempre fue de color celeste. De hecho, el City se colocó líder el 14 de octubre de 2017, tras golear en el Etihad al Stoke (7-2), y desde entonces no ha soltado el privilegiado puesto en la máxima división del fútbol británico.

Además, el equipo de Guardiola lo ha hecho con récord. Suma 93 goles en Liga y más de un centenar entre todas las competiciones, algo que ningún equipo inglés había conseguido en el mes de marzo, y han encajado sólo dos derrotas, frente al Liverpool y el United.

El City abrochó la Liga en la jornada 27. Nunca nadie lo había hecho tan pronto, ni nunca antes un equipo había tenido la proyección de superar hasta tres plusmarcas más. Tiene 28 victorias -el Chelsea en 2017 logró 30-, está a tres goles de la mayor diferencia positiva de la historia (71) y puede marcar la mayor distancia con el segundo.

Una alegría que le llega cinco días después de la gran decepción del año: eliminación de los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa a pies del Liverpool. Y, curiosamente, le ha llegado matemáticamente este domingo tras la sorprendente derrota casera del Manchester United de Mourinho ante el colista West Brom (0-1).

En Francia también se cantó el alirón. El multimillonario PSG del técnico español Unai Emery, por fin, obtuvo matemáticamente su título, si bien no era el más deseado. Y es que la plantilla se construyó a golpe de talonario con miras a alzar la Liga de Campeones, de la que le echó el Real Madrid en octavos.

El PSG se proclamó campeón de Francia por quinta vez desde que en 2011 un fondo soberano catarí se hiciera con el club, un título que sabe a poco dadas las elevadas ambiciones que habían creado los fichajes de temporada.

La llegada del brasileño Neymar y del francés Kylian Mbappé elevaron de forma importante las expectativas generadas por el PSG, en particular en Europa, donde el objetivo era, como mínimo, alcanzar las semifinales.

Pero el equipo que por segunda temporada entrena el español Unai Emery se estrelló en octavos de final con estrépito contra el ganador de las dos últimas ediciones de la competición, el Real Madrid.

Ese fracaso nubla todos los éxitos. Como ya habían avisado a principios de temporada los propietarios cataríes, los títulos nacionales no compensan los tropiezos continentales.

Al PSG, que también ganó por quinto año consecutivo la Copa de la Liga y que todavía puede sumar el título de la Copa de Francia por cuarta vez seguida, esta liga, la séptima en la historia del club, no le anestesia el dolor de Europa.

La diferencia de presupuesto con sus rivales nacionales es tal que nada justifica que no se ganara el título. Emery, que el año pasado sumó dos de los tres trofeos domésticos, mejora su participación, pero el borrón europeo amenaza con poner fin a su etapa al frente del PSG.

La liga, la primera de Emery, no borra ese recuerdo. En Francia todo el mundo da por hecho que el técnico español abandonará el cargo y ya ha comenzado la ristra de candidatos para sustituirle, encabezada por el alemán Thomas Tuchel.