Se llama Alfonso Torres, tiene 31 años y nació en la localidad catalana de Sant Joan de Vilatorrada, aunque con apenas dos años se trasladó con sus padres a vivir a Castelló. Acaba de conseguir en Benicàssim fotografiarse junto a Mohamed Salah, una de las máximas estrellas futbolísticas del momento, aunque eso para él es algo de lo más normal.

Se enteró por redes sociales de que el egipcio había aterrizado en Manises, movió sus hilos —ya tiene sus contactos— y acudió al hotel donde estaba hospedado. Hizo tres horas de guardia en la puerta... y lo cazó: «Se le notaba que estaba cansado, serio, pero fue amable. Primero me hice una foto con él pero salió movida, y tuve que pedirle hacer una segunda. Sin problemas...».

Con apenas 15 años era un apasionado ya del deporte y aprovechó un desplazamiento del Valencia CF a Castelló para hacerse sus primeras fotos. Era un equipo en el que estaban David Albelda, Albiol, Pellegrino, Angulo y Sánchez entre otros: «Creo que era el año 2000-2001».

En ese momento nació una afición que le ha llevado a tener fotografias con los mejores jugadores, si bien luego el abanico se abrió a deportistas, políticos y famosos en general.

En su nómina de ´cazados´, al margen de Salah, están Leo Messi, Rafa Nadal, Pau Gasol, FernandoTorres, Iniesta o el mismísimo presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Esa es solo la punta del iceberg y su cara desprende pasión por lo que hace cada vez que obtuvo cada uno de sus particulares trofeos.

Impresionante disco duro

Bucear por el disco duro del ordenador de 'Fonsi´ —aunque muchas de sus fotografías están impresas en papel porque hace quince años aún se andaba con carretes de los que se revelaban, la mayoría han sido ya escaneadas— es como pasear por una gran alfombra roja en la que lo mismo encuentras a Kiko Rivera que a Marlene Mourreau o a Amaia Salamanca.

Los malogrados Puerta, Jarque o Preciado también se fotografiaron junto a él en su día y cada foto esconde una historia como la de 'Mo' Salah. Gemma Mengual, Lopetegui y un sinfín de conocidos —por motivos varios— están un su amplísima nómina y está dispuesto a seguir hasta que el cuerpo (y el disco duro) aguanten. Eso sí, de lo que no hay duda es que siendo como es uno de los mediáticos del momento, la de Salah vale su peso en oro.