Cazorla ha dejado atrás un periodo gris y más complicado de lo que muchos imaginan. En la entrevista de Enrique Ballester para el Levante de Castellón, el jugador asturiano se abre y reconoce que ahora disfruta más del fútbol que antes. Que en una camilla se ve el fútbol de otra manera y que una de las cosas por las que merece la pena haber luchado tanto para volver es ver cómo le despidió la afición del Sánchez Pizjuán. En definitiva, Cazorla es el mismo futbolista que hace dos años, pero con más experiencia a sus espaldas y una filosofía de vida: el fútbol es para disfrutarlo.

La lesión le ha obligado a ver el deporte de esta manera. La presión siempre estará ahí, pero el futbolista también debe jugar para uno mismo. «Disfrutas de otra manera, pero hay que disfrutar siempre del fútbol. Hay mucha gente detrás, es una responsabilidad, pero al final uno quiere ser futbolista para disfrutar esos momentos. Ahora intento más si cabe apreciar cada minuto sobre el terreno de juego porque no sé cuanto voy a durar», explica un futbolista 'nuevo'. Cazorla también habla de la otra parte. La que no se ve. Esa que también ha sufrido un compañero actual de plantilla: Sergio Asenjo. «Esa soledad yo la sentí. Pasas a un segundo plano. Estabas acostumbrado a ser protagonista y te sientes muchas veces solo, pero sabes también que el trabajo a la sombra es parte del fútbol», explica.

Ahora Cazorla sonríe. En las tres primeras jornadas el Villarreal no ha conseguido vencer, pero los resultados llegarán para el conjunto de Javi Calleja. Sin embargo, en lo personal, el asturiano sí se ha encontrado a sí mismo. Eso sí, aún sin estar al cien por cien. «Aún me falta. Cada día estoy mejor, pero aún tengo dolor en la zona del tendón. No es un dolor que me preocupe, pero me hace cargar demasiado la pierna izquierda de manera inconsciente. En partidos y entrenamientos a veces estoy incómodo cuando pasan los minutos, pero confío en ir compensándolo y regulándolo», explica para el Levante EMV de Castellón el futbolista.

Por otra parte, Cazorla, que ha jugado dos partidos como local, destaca la gran recibida de sus aficionados, quienes han coreado su nombre en ambos choques y también señala lo emocionante que fue su cambio en el Sánchez Pizjuán, de donde salió ovacionado por la grada hispalense. «Fue increíble. Estos años he notado el ánimo de todas las partes del mundo, por redes sociales, por supuesto de la afición del Villarreal, pero no te haces la idea de que un estadio ajeno se levante para aplaudirte. Me quedé muy sorprendido porque no lo esperaba. Escuché los aplausos de la gente y miré a la banda porque pensaba que cambiaban a alguien del Sevilla. Son las cosas que al final te recompensan, las cosas con las que te quedas», explica. Por último señala que ya ha cumplido con lo que deseaba. «Siempre dije que no quería retirarme en una clínica. Sería una espinita clavada y por suerte no será aí. Me retiraré cuando no pueda más».