La merecida derrota contra el Espanyol dejó al Villarreal al borde de la zona de descenso y a su técnico de la destitución. Javi Calleja puede perder el cargo en las próximas horas, en el arranque del paro liguero, después de que su equipo exhibiera en Cornellà una «impotencia grande», como reconocía Jaume a la conclusión del partido. «Hay que recapacitar», aseguraba también el lateral, cuyo llamamiento a la reflexión atendieron rápidamente los responsables del club.

Los amarillos perdieron su primer partido a domicilio, al tiempo que los pericos sumaron su cuarta victoria en el RCDE Stadium. El cuadro blanquiazul exhibió un buen fútbol, ofensivo y combinativo, mientras que los de Calleja, con mayor desgaste, se atascaron en demasía y no supieron rentabilizar el gol de Ekambi ni otras ocasiones posteriores.

Borja Iglesias disfrutó de la primera ocasión ya a los 50 segundos. El delantero controló el balón muy cerca del área pequeña y cayó al césped tras la marca de los centrales: pidió penalti, pero el árbitro no lo concedió. A los dos minutos tuvo otro uno contra uno, pero su disparo fue directo al portero.

El inicio del anfitrión fue vertiginoso y sin florituras: buscaba aprovechar el desgaste semanal del Villarreal y marcar el primero. La defensa amarilla, finalmente, se rompería a los siete minutos. Borja Iglesias robó el balón, recortó a su central y asistió a Hernán Pérez, que corría por su izquierda. El paraguayo picó el balón ante Asenjo.

El Espanyol firmó un monólogo con las ocasiones de Granero y, sobre todo, Borja Iglesias, con facilidad para llegar al área, pero sin acierto en los disparos. Ese desatino dejó con vida al Villarreal, que en el minuto 37 dio señales de vida: Marc Roca y Diego López tuvieron que cortar el balón en la línea. Fue el preámbulo del empate. Ekambi aprovechó un rechace, después de un centro lateral, para hacer el 1-1 al borde del descanso; el VAR alimentó el suspense, pero el gol subió al marcador y abrió un escenario nuevo al descanso.

El Villarreal tenía más hambre que en la primera mitad. Ekambi y Fornals amenazaban con más frecuencia a los locales, que tampoco se conformaban con el empate. El choque era de ida y vuelta, con más espacios y alternativas para ambos conjuntos. El premio sería para el Espanyol, en el 79. Melendo asistió con precisión a Darder, que superó a Asenjo y encendió Cornellà-El Prat. El exblanquiazul Gerard Moreno, ovacionado en su regreso, tuvo en sus botas el 2-2 en la siguiente acción con una prometedora contra pero se enredó en el mano a mano con Diego López. Asenjo contendría después una contra de Baptistao, ya no la última de Piatti, que pone en un serio aprieto a Calleja.