Dani Alves es uno de los mejores laterales del milenio, pero su vida no se resume a la de una estrella del fútbol. El brasileño es de ese pequeño grupo de cracks que además de jugar bien al fútbol, le sacan un gran partido a sus RRSS colgando sin parar situaciones de su vida cotidiana que en gran medida pueden dar incluso vergüenza ajena, pero que generalmente logran gran repercusión. Lo último, con el defensa brasileño del PSG en modo coreógrafo, trata de enseñar a sus seguidores a realizar un baile de dudoso gusto con un vaso en la frente. Desde luego, se le ve muy convencido de su éxito: