Tras el decepcionante inicio del curso, que ha terminado con la destitución de Julen Lopetegui en el banquillo blanco, Florentino Pérez ya se está moviendo para mejorar las prestaciones de la plantilla de Santiago Solari, el nuevo entrenador del Real Madrid. En este sentido, la Premier League ha sido el centro de atención en el Bernabéu y sobre la mesa se centran tres nombres propios: Marcus Rashford, Christian Eriksen y Brahim Díaz.

Si bien son tres situaciones distintas, los dos primeros futbolistas podrían ser potenciales fichajes para el próximo mes de enero y en Madrid estarían dispuestos a pagar hasta cien millones de euros por la contratación de ambos, tal y como ha publicado el diario inglés The Sun.

La apuesta más potente sería la de Marcus Rashford, futbolista del Manchester United de José Mourinho, por quien el presidente blanco ofrecería 56 millones de euros. El canterano de los 'red devils', de 21 años, tiene contrato en vigor hasta 2020 y podría ser el perfecto recambio para Gareth Bale por sus veloces condiciones para generar daño al contragolpe aprovechando al máximo los espacios.

Además da la casualidad que el extremo no cuenta demasiado en los planes de Mourinho, y ve como Lingard, Alexis Sánchez y Martial se reparten sus minutos. De hecho, el inglés solo ha jugado 478 minutos en 9 partidos de liga y no se siente lo protagonista que desearía en un equipo cuya situación es además muy complicada por la inestabilidad de los resultados.

Por otra parte, el club merengue habría puesto al Tottenham 44 'kilos' para hacerse con los servicios de Christian Eriksen, por quien también se interesó en su momento el Barcelona. El mediocentro de los Spurs sí es titular indiscutible en el conjunto de Mauricio Pochettino y su llegada a Chamartín sería algo más complicada por la negativa del presidente del club inglés en dejarlo salir.

Brahim, apuesta de futuro

Distinta en la situación de Brahim Díaz, una de las perlas del Manchester City. A sus 19 años y con contrato en vigor hasta 2019, el malagueño sería una apuesta de cara al próximo verano. Eso sí, en el Bernabéu saben que será muy complicado por diversos motivos. En primer lugar, es un jugador que gusta a Pep Guardiola y que además representa su hermano, Pere Guardiola. Y en segundo lugar, es un joven con un futuro muy prometedor, con lo que dificilmente no haya una oferta atractiva de renovación por parte de los blues.