Aficionados de River Plate apedrearon el bus que trasladaba a los futbolistas de Boca Juniors para jugar la final de la Copa Libertadores en Buenos Aires, por lo que el partido se aplazó un día, en concreto hasta este domingo a las 21:00 hora española.

Médicos de la Conmebol revisaron a algunos futbolistas de Boca que resultaron heridos por la rotura de los cristales y por los gases que lanzó la policía para intentar contener los incidentes, y aunque inicialmente decidieron retrasar unas horas el encuentro, finalmente lo dejaron para el domingo.

Atentado contra el autobús de Boca por parte de ultras de River

Atentado contra el autobús de Boca por parte de ultras de River

Este escándalo se da apenas días antes de que líderes de las naciones industrializadas que integran el G20, incluidos Donald Trump y Vladimir Putin, se reúnan en Buenos Aires a apenas unas cuadras de donde se registraron los incidentes.

La final entre River y Boca es la primera entre dos clásicos rivales y entre los dos clubes más populares de un país en más de seis décadas de la Libertadores, por lo que concentró la atención mundial.