Vicente Iborra encaja en el Villarreal. Más que nunca. El conjunto amarillo ya lo quiso fichar el verano pasado —al igual que el Levante—, el equipo necesita jugadores con jerarquía y experiencia para tirar del carro en una situación delicada como es la actual y además la posición de medio centro es una de las que se quiere reforzar ya que Bruno no se recupera todavía, Javi Fuego acaba de salir de otra dolencia y ya tiene una edad avanzada, Trigueros no acaba de cogerse y ni Morlanes ni Cáseres, pese a apuntar maneras, tienen aún galones como para ser referentes en esta situación.

Por si eso fuese poco, ahora se añade la llegada de Luis García Plaza al conjunto amarillo, ya que él fue el técnico con el que Vicente Iborra explotó definitivamente. Es cierto que no fue él quien le hizo debutar, pero sí fue el técnico con el que el de Moncada se asentó en el conjunto granota para romper posteriormente antes de dar el salto primero al Sevilla y luego al Leicester.

Además, el papel del jugador ahora en el conjunto británico está siendo muy residual y eso, unido a su elevado salario, haría que el Leicester no pusiese demasiadas dificultades a dejarle marchar ya sea en calidad de traspasado o, mucho más viable aún, también de cedido. Ocho partidos jugados en lo que va de temporada en Premier League —tan solo uno completo— y dos en Copa de la Liga —en los que ha anotado un gol— demuestran que lo mejor para el valenciano es salir cuanto antes y la posibilidad es real. El Villarreal lo vería con buenos ojos, Luis lo vería con buenos ojos y solo falta que el Leicester lo vea con buenos ojos. Con Javi Calleja ya era posible su llegada, pero ahora con el nuevo técnico, más.