Luis García Plaza ha estado este sábado en la ciudad deportiva de Paterna viendo al filial en su partido frente al Mestalla con Fernando Roig sentado a su lado. El técnico casi recién llegado, pese a que el equipo está de vacaciones navideñas desde el pasado jueves, ha seguido acudiendo a la ciudad deportiva amarilla casi a diario y ayer no desaprovechó la ocasión de buscar 'refuerzos' en el filial, un equipo que precisamente él dirigió ya años atrás. En el encuentro, de hecho, participó Manu Morlanes, un jugador que en la etapa con Javi Calleja al frente se convirtió en habitual —pese a una inoportuna lesión que le cortó el ritmo durante algo más de un mes—, pero que tras la llegada de Luis, ya la semana pasada, volvió a jugar con el filial en Segunda B.

El conjunto amarillo tiene decidido que saldrá al mercado y la prueba más evidente es el intento de contratación de Vicente Iborra, que sigue pendiente de la intención que muestre un Leicester que de momento está demorando cualquier posible respuesta o atisbo de operación a falta de ocho días para que se abra la ventana de refuerzos. Mientras, la posibilidad de echar mano de la cantera, aunque no es lo idóneo hacer que recaiga la presión en los jóvenes en una situación tan delicada como la que está atravesando el equipo, es una alternativa que Luis García quiere tener controlada.

Este sábado, en un partido de exigencia como siempre es un derbi con el filial del Valencia, los canteranos amarillos lograron un triunfo ajustado (0-1), pero con mucha solvencia, aunque lo normal es que los refuerzos lleguen de fuera. Sansone parece claro que será uno de los que saldrán y junto a él Iturra tiene toos los números tambien para hacer sitio a fichajes que lleguen para apuntalar, en principio, el eje de la medular; el eje de la zaga; y un perfil de banda en ataque.

La situación, tras el empate del Athletic Club ante el Valladolid, es más delicada todavía si cabe puesto que el Villarreal cierra el año en zona de descenso directo a VillarrealLaLiga