¿Has provocado la tarjeta o no? Para que se quede bien claro... Es la pregunta que le hacen a Sergio Ramos en la zona mixta al finalizar el partido de octavos de final de la Champions League frente al Ajax. Y el capitán del Real Madrid, pese a que debe conocer perfectamente los precedentes y las posibles consecuencias de reconocer esta falta, vuelve a meter la pata:

"Bueno, sí, la verdad que viendo el resultado te mentiría si te digo que ha sido... Es algo que tenía presente y bueno, no es subestimar ni mucho menos al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado, pero hay veces que en el fútbol te toca tomar decisiones complicadas y, bueno, lo he decidido así. En el minuto 88 una tarjeta, me perderé ese y aunque yo no esté dentro del campo animaré como un ultra más desde fuera, desde la grada, para que cerremos esta eliminatoria y poder disfrutar de los cuartos de Champions".

Nada más realizar estas declaraciones que no dejan a la UEFA lugar a dudas, le advirtieron del grave error que había cometido y Ramos intentó arreglarlo a través de twitter, publicando dos mensajes ante el riesgo de que, en lugar de un partido, el castigo sea de dos, con lo que se perdería también el primer partido de los cuartos de final. Y eso que en el terreno de juego lo había hecho perfecto, una falta para cortar un avance del rival que no daba lugar a dudas ni sospechas.

Su primer mensaje: "En un partido son muchas tensiones, muchas sensaciones y muchas pulsaciones. Hay que tomar decisiones en segundos. Lo mejor de hoy es el resultado. Lo peor, no poder estar en la vuelta junto a mis compañeros por un lance del juego".

Y a continuación otro más: "Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de Champions League, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos. #HalaMadrid"

Pese a estas aclaraciones de dudosa credibilidad, lo más probable es que el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA le imponga un partido por acumulación de amonestaciones y otro más por infringir el artículo 15 del reglamento disciplinario, que en uno de sus apartados habla de que "un futbolista será suspendido por dos encuentros por recibir una tarjeta amarilla o roja a propósito".

Así le ocurrió a su compañero Dani Carvajal en un partido de Champions ante el Apoel de Nocosia y hay más precedentes, uno de ellos precisamente a Sergio Ballesteros por una acción similar en un partido de Europa League en el año 2013 frente al Helsingborgs.

Más grave es lo de Ramos por el hecho de que este procedimiento de la UEFA viene precisamente de los hechos que ocurrieron en el año 2010 en un partido entre el Ajax y el Real Madrid, curiosa coincidencia que al capitán madridista se le tiene que haber olvidado. Entonces, José Mourinho, Xabi Alonso y el propio Sergio Ramos fueron castigados por planear cartulinas amarillas con el objetivo de limpiarse de cara a próximas rondas.

Esta misma temporada la UEFA ya ha aplicado este castigo, fue en el partido entre el Oporto y el Schalke 04 correspondiente a la penúltima jornada de la fase de grupos. El jugador del Oporto Corona forzó una amarilla para pasar limpio a octavos, al estar ya clasificado su equipo matemáticamente. La idea era cumplir sanción en la sexta jornada y poder jugar los octavos, pero no fue así. La sanción fue de dos partidos y, de hecho, Corona no pudo jugar la ida de los octavos en Roma este martes.