El Real Madrid ha logrado la victoria en el Wanda Metropolitano en un partido lleno de polémica, pero donde el colegiado pasó por alto un gesto que pudo costarle caro a Gareth Bale. La salida del atacante galés en la segunda parte sirvió para asegurar los y tres puntos merced a un gol con la zurda que superó a Oblak. En su celebración, los insultos de la grada fueron respondidos por el jugador madridista con una serie de gestos que terminaron con un claro corte de mangas. El árbitro no lo vio... o no lo quiso ver y le perdonó la tarjeta roja.