El margen de error se agota. El Villarreal CF, en zona de descenso, no puede fallar hoy y da igual que sea el equipo revelación el que visita La Cerámica porque solo vale ganar. Para salir de la zona roja hay que sumar de tres en tres en la que ya es la fase decisiva de la temporada ya que cada derrota y más como local, supondría meterse ya en una situación límite. Enfrente tendrá a un Alavés que defiende su clasificación en zona europea y que está compitiendo a las mil maravillas, pero es lo que hay.

Para las cuentas de los amarillos los partidos como local, más aún tras el triunfo de la semana pasada ante el Sevilla, son decisivos, por lo que deben ganar casi todos los que restan y además sumar algunos puntos como visitantes para evitar el descenso de categoría. Eso es una cuestión matemática.

El Villarreal afronta el encuentro tras la derrota del Wanda Metropolitano ante el Atlético de la semana pasada que puso fin a una racha de cinco partidos sin perder tras el regreso de Javi Calleja al banquillo. El objetivo es retomar la senda de la victoria confirmando así que esa derrota fue más por el nivel del rival que por un mal momento, más allá de que por momentos diese la sensación de que el Villarreal se lo tomó como un paréntesis que ciertamente no se puede permitir en su actual situación.

Javi Calleja, en lo referente a jugadores disponibles, sigue sin poder contar con los habituales Bruno Soriano, Daniele Bonera y Manu Trigueros, a los que esta jornada se deben sumar las bajas de Santi Càseres y Javi Fuego, ambos con molestias, aunque el primero está además sancionado tras ver en Madrid su quinta cartulina amarilla. Las ausencias que dejan al técnico con un serio problema en el centro del campo, ya que no le quedan jugadores de perfil defensivo para el medio, lo que obliga a buscar una alternativa diferente o reubicar a Iborra en esa demaracción, aunque el de Moncada ya ha demostrado que encaja mejor en una demarcación más próxima a la portería contrario que jugando de enganche.

Una opción pasa por utilizar a dos jugadores de un perfil más ofensivo como son Manu Morlanes o Pablo Fornals junto al mencionado Iborra y Santi Cazorla en el trivote, mientras que el resto del equipo parece que será el que viene jugando habitualmente en liga, con la duda del posible regreso al equipo de Gerard Moreno o de si seguirán Carlos Bacca y Toko Ekambi en el once.

Sea como fuere , casi que da igual quién juegue porque al Villarreal solo le vale ganar ya sea por lo civil o por lo criminal en una cita que abre un periodo que desde todos los estamentos del club se considera clave y que engloba los cinco partidos que quedan hasta el descanso liguero, tres de LaLiga (Alavés, Levante y Rayo) y dos en Europa League ante el Zenit.

Oponente holgado

Por su parte el rival, el Alavés, está a un paso de certificar su permanencia virtual en la categoría y comenzar a tener mayores aspiraciones. No en vano ocupan la sexta plaza de la clasificación con 37 puntos y se mantienen en la pelea por entrar en competiciones europeas la próxima temporada bajo la batuta de un Abelardo que parece haber dado con la tecla para que su equipo compita durante los noventa minutos contra cualquier equipo.

El japonés Takashi Inui, recién llegado al equipo babazorro, se ha asentado en el esquema del técnico y el conjunto alavesista ha notado sobre todo la actividad del extremo nipón que forma un buen trío ofensivo con Jony Rodríguez y el argentino Jonathan Calleri en el 4-3-3 que ha utilizado el 'Pitu' en las últimas jornadas. Por otro lado, el charrúa Diego Rolan y Álex Blanco no han sido incluidos en una convocatoria en la que sí han entrado John Guiddeti, Burgui y Rodrigo

El asturiano no podrá contar con Ximo Navarro por acumulación de tarjetas y con Martín Aguirregabiria en fase de recuperación de su lesión, el turno en la banda derecha será seguramente para Carlos Vigaray. El madrileño acompañará en la zaga al chileno Guillermo Maripán, a Víctor Laguardia y a Rubén Duarte, quienes intentarán frenar la velocidad de la delantera de los atacantes amarillos. No va a ser fácil.