La travesía grogueta está siendo larga. También sinuosa al borde del abismo. Aun así paso a paso el equipo ahora circula en la dirección correcta. El Villarreal Una recuperación cortada por el mismo patrón: la seguridad defensiva. Un pleno de nueve puntos respaldado por un gol encajado en 180 minutos y el empuje de una plantilla molida a golpetazos cada vez que intentaba tocar tierra firme.

El esfuerzo bien vale una permanencia virtual y el consiguiente «desahogo». Sobre todo para evitar inmiscuirse en el carrusel de urgencias de las últimas jornadas. Un triunfo daría la luz suficiente al Submarino para dar caza definitivamente al fantasma de la Segunda División. La derrota del Valladolid permite a los amarillos alejarse en siete puntos a falta de nueve, si doblegan al Huesca. Todo ello a expensas de que el Girona no logre sumar ante el Sevilla, ya que en ese caso la ventaja podría ser de ocho unidades.

La batalla de esta tarde rechaza colgarle la etiqueta de sencilla. La presión por el resultado, la buena dinámica del Huesca y las vicisitudes propias de estas lindes de la clasificación Aun así la plantilla amarilla ha demostrado personalidad para capear un temporal, agravado por una plaga de bajas ya casi mitigada.

El objetivo pasaba y pasa por La Cerámica. La afición cumplirá otra vez como prueba el 'no hay entradas' colgado ayer. Y el equipo ya vio los frutos recogidos frente al Leganés en casa. Los puntos locales certifican virtualmente la salvación.

La jornada intersemanal puede afectar en cuanto al número de cambios. Sin embargo Calleja ha conseguido que el equipo sea hormigón armado gracias al 4-2-3-1. Chukwueze y Ekambi En esa sala de máquinas donde Cazorla es el patrón, su escudero esta vez será Cáseres por la acumulación de amonestaciones de Iborra. Fornals cada vez está más asentado en el enganche y la gran duda será el estilete. Bacca arrastra molestias y Gerard está preparado como demostró con el gol del triunfo en Anoeta.

En la zaga no habrá novedades a priori, repitiendo la misma línea que se midió a la Real. Andrés continuará entre los palos por la ausencia de Sergio Asenjo.

Jugando con fuego

Las oportunidades de obrar el milagro se agotan. Al «¡Sí se puede!» de la grada del Alcoraz durante la victoria en el Eibar le queda un hilo de vida. El Huesca vive el mejor momento del año con cinco partidos sin conocer la derrota. El conjunto dirigido por Francisco ha mantenido sus opciones de permanencia a base de los goles de Enric Gallego y el 'Chimy' Ávila, las paradas de Santamaría y una portería que han dejado a cero en los últimos tres partidos. Sin embargo esas actuaciones se han traducido en empates y no victorias. Siete puntos les separan de la salida del pantano.

Con casi toda la plantilla a su disposición, Francisco recupera a Pulido en detrimento de Mantovani en el eje de la defensa. Moi Gómez regresará al doble pivote, donde formó Musto ante la potencia física del Eibar. Deben ser atrevidos, pues no les queda otra opción.