El Villarreal afronta un mercado estival en el que como mínimo tiene la intención de acometer tres Villarrealfichajes. Acabó la pasada temporada con 22 jugadores en plantilla del primer equipo a los que hay que sumar a Samu Chukwueze, Morlanes y Quintillà, con dorsal del filial, pero el club quiere soltar lastre. La situación de Bruno Soriano es una incógnita, aunque su prolongada ausencia hace pensar que la próxima campaña puede ser baja —si no se reincorpora con normalidad al grupo en la próxima pretemporada podría anunciar incluso su retirada—, Bonera acaba contrato y, a la espera de ver la decisión que se toma con él —todo apunta a que se puede quedar en el club, aunque no como jugador—, hay hasta cuatro jugadores con contrato en vigor a los que se les pretende intentar dar salida y que son Javi Fuego —su edad le ha impedido rendir acorde a lo esperado—, Víctor Ruiz —acaba en junio de 2020 y es la última oportunidad de sacar algún rédito por él—, Santi Cáseres —no se ha ganado la confianza de Calleja en su primera temporada— y Dani Raba —se esperaba más de él y su aportación la pasada campaña fue muy residual—.

En esa tesitura, y a la espera de ver también las ofertas que llegan por los jóvenes valores —principalmente por tres que están en el escaparate este verano y que son Pedraza, Fornals mientras que el otro disputa la Copa África de Naciones en Egipto— atendiendo a los traspasos que el club ha hecho en los últimos cuatro veranos, la prioridad es un medio centro de corte defensivo. Esa demarcación en concreto ya fue uno de los puntos calientes el pasado verano después de acometer la contratación de Santi Cáseres, un futbolista joven que era el llamado a soportar el peso defensivo en la medular, pero que no ha llegado a convencer. Eso en parte hizo que se firmase a Iborra en invierno pese a no ser un futbolista específico de esa demarcación, pero sigue siendo necesario apuntalar esa posición.

Tras esa demarcación otra que es obligado reforzar es la de central por una cuestión numérica de efectivos —Bonera y Víctor Ruiz lo normal es que no sigan—, pero también por rendimiento. Funes Mori y Álvaro pueden ser los únicos que se han salvado al final ya que pese a que han cometido errores de bulto, son los dos jugadores que más minutos han acumulado en la presente campaña. La tercera, por último, todo apunta a que dependerá en gran medida de quienes sean los futbolistas que acaben saliendo y eso hará que probablemente sea la última en acometerse, aunque la lógica del mercado será lo que marque al final cuál es la prioridad.

Alivio

Pero por encima de todo la decisión por la que más se congratula la entidad amarilla, y que de forma indirecta es la que posibilita realmente que se pueda hablar de fichajes, es la resolución emitida por FIFA exculpando a la entidad en el caso de fichajes irregulares de menores de edad. En la entidad amarilla temían que, al igual que les sucedió a Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid, el fallo fuese desfavorable, lo que habría obligado a la entidad a no fichar ya que las sanciones precedentes en casos similares han sido de una e incluso dos ventanas del mercado sin poder tramitar altas, algo que tras la agónica campaña que acaba de finalizar para la entidad amarilla habría entrañado un grado de dificultad añadida. El club respira con alivio.

Pau Torres, único cedido que vuelve seguro

De momento el único futbolista que regresará a la entidad es el joven zaguero de Vila-real cedido en el Málaga Pau Torres, quien se ha convertido en un pilar del equipo costasoleño, que se ha asegurado ya la disputa de la promoción de ascenso a LaLiga Santander. Pau se ha convertido en el segundo futbolista de campo con más minutos de la categoría tan solo por detrás del mallorquinista Lago Junior. A partir de ahí nombres como los de su compañero de equipo, N'Diaye, Enes Ünal y por supuesto Semedo, no tienen ni muchísimo menos confirmada su presencia en el primer equipo.