El Hércules CF se acerca a la eliminatoria final de la fase de ascenso a LaLiga 1|2|3 después de derrotar a la UD Logroñés en un José Rico Pérez con casi veinte mil espectadores en una gran segunda parte, en la que logró remontar el tanto inicial del conjunto riojano. Un paso de gigante, ya que la renta de dos goles puede ser casi definitiva a pesar de haber encajado un gol como local.

El equipo alicantino, que todavía no conoce la derrota en esta fase de ascenso, defenderá la próxima semana en un clásico como Las Gaunas su victoria dl domingo, pero lo hará con la confianza por las nubes después de remontar a lo grande un partido que se puso cuesta arriba justo tras regresar del vestuario. Los de Lluís Planagumà tiraron de orgullo y plasmaron su superioridad en el campo en el marcador.

El Hércules intentó intimidar a su rival desde el primer momento con dos acaercamientos peligrosos al área de Iván Buigues, pero que se quedaron sin ser finalizadas.

Carlos Martínez y Nieto dispusieron de las mejores oportunidades blanquiazules, mientras que Iñaki estuvo a punto de sorprender a Falcón en la última acción de una primera parte que se marchó con un 0-0 tal y como comenzó, ya que ambos tuvieron remilgos en lanzarse a tumba abierta a por el gol con toda la eliminatoria por delante.

Nada más comenzar la segunda parte, casi en frío los dos conjuntos, el Hércules sufrió lo que a posteriori sería un accidente.

El cuadro riojano se adelantó en el marcador por medio de Olaetxea después de que Iñaki aprovechara un error defensivo alicantino. El Hércules parecía tocado después de un primer golpe inesperado, pero una jugada a balón parado le dio vida de nuevo.

Diez minutos necesitó el Hércules para recuperarse del 0-1, pero cuando lo consiguió castigó duramente a los riojanos. Carlos Martínez igualó tras un saque de esquina que le cayó franco en el segundo palo y que no encontró oposición para convertirse en el empate.

A partir de ese momento el guion del partido cambió radicalmente y el Hércules sacó a relucir su talento para llevarse el partido. Los locales apretaban y el Logroñés se defendía como podía, ya que el 1-1 era un gran resultado para sus intereses. Sin embargo a veinte minutos del final Jesús Alfaro aprovechó un resbalón para robar y hacer el 2-1 y Carlos Martínez se encargaría de hacer el tercero y definitivo de penalti ocho minutos después.