La selección de Camerún logró el pase para octavos de final, pero Inglaterra les ha cortado el paso. Con 2-0 en el marcador y justo antes de la señalización del tiempo de descanso por parte de la colegiala, las jugadoras africanas frenaron el partido al realizar un corrillo que asombró a todos los presentes y es que, como protesta por el trabajo del VAR en la consecución del segundo tanto inglés al reclamar fuera de juego, hicieron un amago de abandono.

Lo curioso es que, con empate a cero en el marcador, el propio VAR no avisó a la colegiala de un escupitajo de una camerunesa a una rival que debió suponer su expulsión directa.

Más vergüenza en el segundo acto

De nuevo y nada más comenzar la segunda parte, el VAR volvió participar, aunque en este caso para anular correctamente un gol a Camerún por fuera de juego. El enfado de las africanas, que aparentemente desconocen el reglamento, volvió a quedar patente. En el minuto 75, el VAR volvió a intervenir para avisar a la colegiala del encuentro de un claro penalti comentido en el área camerunesa, pero en este caso la árbitra prefirió ser cobarde y optó por omitir la clara infracción probablemente por miedo a que el partido se le fuera todavía más de las manos.

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La selección femenina de Camerún la lía frente a Inglaterra

De nuevo el VAREn los minutos de añadido, de nuevo la colegiala se acobardó cuando desde el VAR le marcaron como posible roja un violento entradón de una jugadora camerunesa en el centro del campo. Tras revisar la jugada, perdonó otra clara expulsión a la 'leona' y lo dejó en una incomprensible amarilla. Bochornosa imagen del conjunto africano y de la propia árbitra en un encuentro que terminó 3-0 favorable a las europeas, que mostraron una gran superioridad sobre el césped tanto en lo puramente futbolístico como en las formas empleadas durante todo el encuentro.