El 8 de junio de 2019 quedará grabado para siempre en la historia del fútbol español. También los nombres de todas las protagonistas que lograron el triunfo ante Sudáfrica para cambiar el sueño por la realidad. En especial el de Jennifer Hermoso. La delantera del Atlético fue la encargada de anotar los dos goles de una remontada para guardar y que permitía respirar a Jorge Vilda desde la banda. El entrenador, fundamental con los cambios en el descanso, encontró premio a su apuesta con el tercero de la tarde, obra de Lucía García a falta de un minuto para el final del encuentro. Fue entonces cuando llegó la locura. El éxtasis total para un equipo que había superado su primer contexto de presión en este Mundial. Jennifer Hermoso, tras el partido, ponía las palabras al momento: «Esto es la hostia».

La felicidad tras el pitido final costó mucho trabajo. Más del esperado incluso. El equipo de Vilda salió a dominar pero no lo logró. Sí tenía el balón, pero sin generar peligro. Y la sensación es que Sudáfrica, sin hacer un ejercicio defensivo encomiable se sentía segura y poco asediada. De hecho, su estrategia estaba clara. Robo y balón largo a la espalda de Marta Torrejón, donde aparecía Kgatlana para hacer daño. Primero avisó con una carrera exquisita pero su bicicleta acabó en nada. A la segunda no falló. Su disparo desde la frontal, sin mucha fuerza, acabó en el fondo de la portería tras un fallo de Paños, algo poco habitual en ella.

Con el 0-1 España se marchó al túnel de vestuarios y ahí Vilda tiró de pizarra para cambiar la cara de la selección. Sacó del campo a Amanda Sampedro, sin influencia en toda la primera parte, y a Vicky Losada, solidaria en defensa pero sin influencia ofensiva. Y por ellas entraron Aitana y Lucía García. Con el paso de los minutos España se sintió más cómoda. La presión por ganar restaba frescura, pero con el primer penalti, anotado por Jennifer Hermoso, España se agarró al salvavidas para seguir a flote.

El empate mejoró a España y poco después llegó el segundo, obra de Virginia Torrecilla, pero no subió al marcador. La centrocampista anotó de cabeza, pero partió de posición ilegal y la selección se quedó sin premio. El VAR, 'enemigo' en esa acción, apareció para dar la primera alegría a las de Vilda. Vilakazi entró con excesiva fuerza a Lucía García y la árbitro, tras ver la acción en la banda, dictaminó pena máxima. Y Jennifer Hermoso no falló. La delantera cambió de lado y aunque no sorprendió a la meta sudafricana, puso el 2-1 en el marcador y enseñó el camino hacia la victoria. Pero todavía quedó tiempo para el tercero. Un magistral pase de Torrecilla dejó a Lucía García sola ante Dlamini y la joven atacante no falló.

Los minutos finales fueron una cuenta atrás hacia la historia. Esa que dejó la primera victoria de España en un Mundial femenino y que sirvió también de toque de atención para el futuro. Cualquier rival es complicado. Eso sí, España superó su primera prueba de fuego. Y Vilda sale muy reforzado tras su toma decisión con los cambios en el descanso.